11 AOûT 2024 Agosto termina en triple susto mortal Mia Goth en una escena de «MaXXXine», convertida en la única superviviente de los actos violentos que se pudieron ver en «X». Mariona Borrull Quizás para aliviarme mientras sudo y tecleo, o quizás para recordaros aquel preciso sentido de final que acompaña todo inicio de vacaciones, hoy atenderemos a tres películas oscuras e infernales que cierran la temporada veraniega. Al final, Sunny side-up es sólo otra forma de llamar a un huevo frito. El 23 de agosto se estrena “MaXXXine”, cierre de la trilogía de la equis orquestada por Ti West. El cineasta que repartió con Eli Roth (“Hostel”) la tableta purísima del terror de los 2000, y que lleva un historial sólo digno de estómagos sitgetanos (“Tú eres el siguiente”, “La casa del diablo”) ha empleado este tríptico para revivir todos los lugares comunes del slasher clásico. Viejos inquietantes y granero mortal, cien por cien “made in” Texas, en “X” y “Pearl”, arquetipos refrescados por la sonrisa excesiva de Mia Goth, una scream queen que apenas esconde su oscuridad. Pero si “Pearl”, precuela de “X” ya atrofiaba lo eternamente festivo de la matanza con una dosis nunca solicitada de trasfondo dramático, temo porque “MaXXXine”, la etapa urbana y ochentera de nuestra paleta yanqui preferida, no sea otra tara en la pureza del slasher, hoy tan excepcional (incluso revolucionario) como masticar tabaco. A Jason rezamos. Se viene quemando el otro gran estreno del verano tardío, aunque auguramos que no venderá ni media entrada más de lo que su nicho permite. “Hellboy: The Crooked Man”, está dirigida por Brian Taylor, cofirmante de “Ghost Rider: Espíritu de venganza” y de “Gamer” (esos dosmil dieces en los que triunfaba el cuero y se escuchaba a Muse). La película, la primera desde la versión con David Harbour de 2019, vuelve a reclutar al mismísimo Mike Mignola -el creador del cómic original- para una aventura autoconclusiva, sin ínfulas y alejada de cualquier universo cinemático. Uf, gracias. En “El hombre torcido”, Jack Kesy tiene por fin un protagonista agigantado y rojo con el que hacernos recordar la tropa de secundarios olvidables que lo antecede… Con esto, un argumento de posesiones demoníacas, cabañas en el bosque y titiriteros del diablo, quedamos en paz. O casi, porque el dios del dinero ha despertado de una larga siesta, tan desorientado como cualquiera, para aprovechar el trigésimo aniversario de la primera adaptación de “El cuervo” (sí, en cuyo rodaje murió Brandon Lee). La verdad es que es la cuarta intentona de prolongar la vida comercial de este súper-anti-héroe regresado de la tumba, una producción que se remonta a 2008. Antes que Bill Skarsgård (el payaso de “It”), se involucraron Bradley Cooper, Luke Evans, Jack Huston y Jason Momoa. Todos muy heavy metal y un poco pasadillos de rosca. Quién sabe, quizás la versión dirigida por Rupert Sanders (“Ghost In The Shell”, “Blancanieves y la leyenda del cazador”) sea la buena. O no. Probablemente no.