Huerta fácil

Un buen propósito para comenzar el año nuevo puede consistir en plantar un huerto de verduras de fácil cultivo. Las semillas escogidas serán bio, sin tratamiento químico, así dispondrán de un patrimonio genético resistente a las enfermedades.

Lechugas, espinacas, basilisco: Las lechugas no necesitan un lugar demasiado soleado, pueden estar a la sombra si es necesario. Se recogen según las necesitemos, incluso con solo varias hojas tiernas. El cultivo puede ser por semillas o como plantitas. Respecto a las espinacas, la siembra es en hileras al comienzo de primavera, sin olvidar el riego, porque no les gusta estar secas mucho tiempo. Del basilisco o albahaca hay muchas variedades de colores diversos, del verde al púrpura. Los granos se siembran en semillero en marzo y, a partir de mayo, se pueden pasar a su lugar definitivo. Les gusta la compañía de una tomatera.

Vainas o judías verdes: Las vainas de variedad en rama necesitan tutores para trepar; tres varas atadas como un tipi o tienda india es suficiente. Sembramos cinco granos cada 50 cm, a 80 cm de distancia entre hileras. Las variedades enanas no necesitan tutor (un grano por cada 15 cm). La temperatura no debe ser menor de 15 grados y evitaremos la sequedad prolongada. Los guisantes, como las vainas en rama o enanos, se cultivan de la misma manera.

Calabacín y rabanitos: El cultivo del calabacín es gratificante por su alto rendimiento. Para conservar la humedad del suelo el mayor tiempo posible, es conveniente colocar un acolchado. Respecto a los rabanitos, al mes de sembrar algunos granos, ya podemos recoger la cosecha. Evitaremos el trabajo de suprimir los brotes cuando nacen demasiado juntos, sembrándolos espaciados. Los regaremos con regularidad para que no salgan demasiado picantes.

Chalotas y cebollinos: Arrancaremos las malas hierbas antes de plantar las chalotas, para que no entren en competencia por los nutrientes. Los cebollinos, muy resistentes, se siembran en primavera y luego, sin necesidad de sembrar de nuevo, seguirán saliendo durante varios años. En cuanto comiencen a formar flores, los cortamos a ras del suelo para estimular los nuevos brotes sin interrupción.