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SORBURUA

Senderos en el jardín


La función determina la forma del camino. Es corto el que lleva de la puerta del jardín a la entrada de la casa. Es corto y recto el que conduce al lugar de compostaje. Por el contrario, son sinuosos los senderos que desembocan en espacios diferentes: en ese rincón especial, un estanque, un macizo interesante... Tras decidir esta primera cuestión, hay que escoger los materiales: Los adoquines de piedra natural, por ejemplo, adquieren una pátina interesante al envejecer pero son muy caros, así que se pueden combinar con losas más baratas y de muy buen efecto. A su vez, la industria ha conseguido fabricados de hormigón con superficie rústica que le dan un aspecto natural, con algunos acabados que llevan fragmentos de piedra incrustadas. Por otra parte, los ladrillos duros, cocidos a alta temperatura, deparan una superficie lisa y sin poros, apropiada para patinar e ir en bicicleta, aunque no deben utilizarse en caminos en pendiente. Quedan bien formando dibujos en espiga, trenzados o sardinel. Finalmente, hay que tener cuidado con los tablones de madera instalados a la sombra porque se llenan de musgo creando peligro de resbalones, por lo que mejor escoger siempre lugares al sol y al viento que los secarán rápidamente. Cuando el camino elegido no va a ser el definitivo, se recomienda utilizar gravilla, garbancillo de diversas tonalidades o arena. Se colocan pronto y son baratos, aunque tienen el inconveniente de necesitar mucho mantenimiento ya que se producen calvas y afloran las malas hierbas. Algo parecido sucede con los caminos de cortezas o virutas de madera, que se descomponen con el tiempo. Para que no se formen charcos por efecto de la lluvia, el camino tendrá una ligera pendiente.

Antes de colocar la superficie definitiva se prepara el terreno. Sobre una base compactada se pone una capa de grava de unos 20 cm de espesor, luego arena de empedrado y encima adoquines o losas. Cuando, en lugar de losas, el camino va ser de gravilla, debe llevar debajo un film especial que impida el crecimiento de adventicias. En el camino de corteza, los taninos de la madera impiden la salida de malas hierbas. Para que el material del sendero, guijarros o cortezas, quede bien delimitado, se mantenga limpio y no lo invadan los macizos florales vecinos, será necesario formar un borde de adoquines o bandas de acero como contención.