03 NOV. 2019 SALUD El «envejecimiento» del peso corporal XANDRA ROMERO El envejecimiento de la población es un hecho constatado en la mayoría de los países y se caracteriza por una disminución de las capacidades básicas, así como por el deterioro de la condición física. En este sentido, todos asumimos o intentamos asumir que el envejecer es un fenómeno biológico y que por ello debe ser asumido como un suceso natural, fisiológico y normal que, además, no proviene de una única causa, sino más bien es el producto de una compleja interacción de factores biológicos y socio-ambientales. Sin embargo, a veces, nos cuesta ir asumiendo el inicio de esos cambios o su progresión. Un ejemplo muy claro es cuando alguien de mediana edad acude a la consulta para bajar de peso. Muchas veces su referencia es el peso que él/ella misma tenía cuando tenía 20 años. No crean que esto es poco común; pasa a menudo y me hace caer en la cuenta de que, efectivamente, somos muy poco conscientes del proceso natural que es el envejecimiento. Es importante, por tanto, contemplar la evolución no solo de nuestro peso, si no de sus componentes a lo largo de la vida. Así, llegamos a la necesidad de contemplar la composición corporal que básicamente se refiere a todo aquello de lo que estamos hechos: grasa, músculo, órganos, sangre, agua, huesos e incluso minerales y que clínicamente sirve de indicador que nos arroja mucha más información sobre el estado de salud de una persona que únicamente el peso corporal. En esta línea, conocer la importancia que esto tiene es fundamental en estos tiempos en los que lo único que parece importarnos es el número que aparece en la báscula. Así, los factores que influyen en nuestra composición corporal y que no podemos controlar son la genética y la edad. Respecto a esta última, los componentes de la composición corporal que más varían a lo largo de la vida y que influyen en el peso total son la masa grasa total y la masa libre de grasa. Durante la tercera década de la vida (20-30 años) es el período temporal en el cual se alcanza y completa la maduración orgánica y durante el cual aún no ha comenzado el envejecimiento de la mayoría de las cualidades físicas. Pero a partir de esa edad, numerosos estudios evidencian como se van sucediendo varios cambios adversos en la composición corporal. El peso corporal total tiende a incrementarse con la edad, concretamente se ha observado un incremento medio por década del 1,8%, observándose que este sufre un ligero estancamiento en la década de los 50, y que se estabiliza para comenzar a decaer a los 70 años. Sin embargo, la estatura muestra una tendencia a disminuir con la edad del 1,1% de media por década. Además, la grasa corporal tiende a aumentar con la edad y este aumento viene acompañado de una distribución predominante en la zona abdominal. Por otro lado, la masa muscular y mineral ósea decaen sustancialmente. En relación a este aumento de la masa grasa, se ha visto que en edades avanzadas la capacidad para oxidar (quemar) ácidos grasos se reduce. Asimismo, se sabe que a medida que cumplimos años nuestro metabolismo va disminuyendo y esto no se puede explicar solo porque con la edad se pierda masa muscular, por lo que parece que pueda ser debido a que también disminuye la masa y la tasa metabólica de algunos órganos respecto a personas más jóvenes. Por lo tanto, es preciso que cuando nos planteemos o nos planteen objetivos de salud que tengan en cuenta la dichosa cifra del peso corporal. Recordemos que tenemos una edad y no otra, y que las expectativas deben ajustarse al momento vital en el que estemos.