15 DéC. 2019 SALUD ¿Qué hacemos con la obesidad infantil? XANDRA ROMERO Con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, celebrado el pasado 12 de noviembre, el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), Carlos Diéguez, propuso una serie de medidas para luchar contra la obesidad en el estado, como menús escolares “equilibrados” controlados por nutricionistas, educación alimentaria “integral” para padres e hijos o más horas de educación física en los colegios. Insistía también en que las autoridades deben ponerse manos a la obra para frenar y revertir la epidemia de obesidad con actuaciones y medidas concretas, así como en la necesidad de dejar de atribuirla a un problema estético o coyuntural, para abordarla como una enfermedad. La misma importancia le dan en Japón, donde consideran que la lucha contra la obesidad infantil puede y debe comenzar en la escuela, por lo que han creado el programa llamado Shokuiko. Este plan se basa en que la nutrición y la alimentación constituyen una asignatura curricular en la que además se han formado más de 6.000 profesores nutricionistas. Se trabaja en dos aspectos: en clase, y también supervisando la comida que se da en los colegios y el uso que se le da a esta. En el comedor son los propios alumnos los encargados de repartir las raciones a sus compañeros, lo que les obliga a medir y a ser equitativos. También se hace un especial hincapié en que se consuman productos locales, algo más ecológico y económico, y en reducir el desperdicio de alimentos. Además, en esta iniciativa se incluyen otros aspectos como la prohibición de las máquinas de dispensación de comida o bebida en los centros escolares, a la vez que se enseña a los niños a interaccionar y cocinar los alimentos para acostumbrarse a ellos. Este proyecto se puso en marcha en 2005 y, entre 2006 y 2015, había conseguido una reducción de casi un 20% en la tasa de niños con sobrepeso patológico. Ya en 2010, apenas cinco años después de iniciarse, el 78,8% de las escuelas lo tenía implantado; el 76,6% había mejorado los datos de las dietas de sus alumnos y el 74,5% había aumentado el consumo de productos locales. Nutrizio Eskola. Y, mientras, ¿aquí qué hacemos? En el Estado español, la proporción de niños obesos es alrededor del 18%. Y, a la espera de que desde las instituciones pertinentes se haga algo realmente efectivo para afrontar este problema, en 2018 un grupo de dietistas y nutricionistas que compartían la misma inquietud se unieron a través de las redes sociales para crear un grupo de trabajo que supuso el inicio de la Escuela de Nutrición (Nutrizio Eskola). Un proyecto de alimentación y cocina saludable que busca mejorar el problema actual para que se adquieran unos buenos hábitos alimentarios desde la infancia. Dicho grupo de trabajo se inició con 24 integrantes y, en la actualidad, las y los dietistas-nutricionistas encargados del proyecto se encuentran distribuidos en 21 provincias de todo el Estado impartiendo un amplio programa de actividades extraescolares en los distintos centros que lo quieran incorporar, con el único objetivo de promover la educación alimentaria desde la infancia y a través de las familias. Y es que es evidente que el entorno familiar de los niños y niñas adquiere una gran influencia en su educación y conducta alimentaria, pero desde las escuelas e institutos el papel es también fundamental a la hora de educar positivamente a los niños y adolescentes hacia el aprendizaje de unos hábitos de vida saludables, pues es en esta etapa cuando se adquieren las rutinas y costumbres que se podrán consolidar para toda su vida.