16 AOûT 2020 SORBURUA Madera «musical» TERESA MOLERES En la fabricación de violines, los maestros luthiers han utilizado tradicionalmente para el fondo y el mango arce flameado de Bohemia y Hungría de gran calidad. En el arce flameado, las fibras aparecen onduladas como si fuesen llamas, “flammes” en francés, que debido a su rigidez producen un sonido brillante. El arco se fabrica con abeto de Suiza o del Tirol porque las vetas son rectas; cuando estas vetas tienen mayor distancia entre ellas favorecen las vibraciones lentas. Para la cubierta lateral se viene utilizando madera de abeto blanco o rojo y las clavijas de madera negra muy densa del género de los Diospyros, como el ébano. En el siglo XVIII, el italiano Antonio Stradivari utilizaba este arce para fabricar sus exclusivos y cotizados violines. El stradivarius que perteneció a la nieta de Lord Byron se vendió en 2.011 por 15.9 millones de dólares. Para las tapas superiores de la guitarra también se recurre al arce flameado. Con madera de aliso de color claro, duradera y resistente a la humedad, se obtienen los sonidos del rock sureño, el blues y el country. El abeto alemán se usa en las guitarras acústicas por su sonido brillante aunque tiene el defecto de ser poco resistente. El ébano es una madera apropiada para el diapasón, es pesada y dura siempre; con la de fresno se consigue uno de los mejores sonidos para este instrumento. La de nogal, densa y pesada, proporciona un sonido cálido, mientras que el pino es común en las guitarras de gama baja y aporta un tono algo opaco. El 85% del piano es madera. En la fabricación de uno de cola pueden entrar hasta 40 clases de madera después de un año de secado. De una marca conocida y muy valorada como Steinway & Sons era el piano vertical de John Lennon, que compró por 1.500 dólares, y con el que compuso “Imagine”. A su muerte se vendió en subasta por dos millones de dólares. Los de mayor calidad se fabrican con láminas de arce duro, mientras el abeto canadiense Sitka se utiliza para dar sonoridad a la tabla armónica. Otras maderas utilizadas actualmente son, por ejemplo, la koa que es muy cara así que va destinada a los instrumentos de gama alta; también la de palisandro de Brasil, India o Madagascar. Para clavijas, botones e incrustaciones se recurre al boj, además de a las maderas duras de haya o roble.