¿Qué plantamos ahora?

Mejor empezamos este artículo hablando de lo que no debemos plantar en esta época. Ahora no es tiempo de plantar vivaces, no aguantarán el frío del invierno porque en el vivero las han cuidado para lucir hermosas hasta el momento de su compra pero, instaladas en el jardín o en la terraza, la cosa cambia. Sus raíces no tendrán tiempo de formarse antes de los primeros fríos invernales. Solamente resistirían algunas flores alpinas acostumbradas a temperaturas muy bajas, aunque sus raíces no estén demasiado desarrolladas. Cuidado también con las gramíneas ornamentales porque no soportarán su primer invierno.

Tampoco debemos plantar arbustos de hojas persistentes, coníferas, ni bambúes. No aguantarán temperaturas por debajo de los 7°. Las hojas persistentes sufren mayor estrés en invierno con la consecuencia de que, si sobreviven hasta primavera, la planta será menos vigorosa. Mejor esperar a febrero o marzo y para entonces plantarlos directamente en tierra.

Como la temperatura del suelo todavía es bastante cálida, para que los árboles enraícen antes del invierno podemos plantar especies de hoja caduca para formar setos, frutales e incluso las coníferas no persistentes que ya han perdido sus hojas. También se pueden plantar árboles decorativos que conservan las hojas secas, marcescentes, como es el caso del carpe. Abedules, liquidámbar y gingko son otra opción.

Sin embargo, al comprar los ejemplares para plantar en esta época del año, escogeremos plantas a las que ya se les han caído las hojas y a raíz desnuda, esto es, que no estén ni en tiesto ni en otro contenedor. En estas condiciones, al no tener hojas sufren menos al instalarlas directamente en la tierra, sin necesitar riegos frecuentes. Esto tiene la ventaja de que podemos observar el aspecto de las raíces, algo imposible si están a la venta en un recipiente. Recordad que es mejor estudiar el buen estado del sistema radicular antes que la apariencia de las hojas.

Algo muy importante es el hoyo de plantación. Para un arbusto o arbolito debe tener al menos un diámetro de 50 cms por un 50 cms de profundidad. Antes de colocar la planta añadiremos materia orgánica o compost junto con tierra de jardín. También se puede añadir estiércol bien maduro.