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SORBURUA

Cuidados ante el frío


Durante el verano, el jardín ha lucido hermoso y ahora se merece un reposo, algo de poda, limpieza y protección, un pequeño esfuerzo para pasar el invierno con tranquilidad. Viene el frío, pero no todas las plantas necesitan protección, por ejemplo, los rosales no, a no ser que estén localizados en alta montaña. Sí la requieren las palmeras, adelfas y olivos o las camelias que sufren por las corrientes de aire mientras bojs, higueras, arces japoneses y la mayoría de los rododendros están habituados a las temperaturas invernales.

Las anuales como las petunias, salvia o cosmos no resisten la menor helada y no merece la pena intentar mantenerlas de un año a otro. Sí conservaremos las plantas que forman tronco leñoso del estilo de las fucsias, pelargonios y geranios. Cuando un olivo o palmera ornamental en tiesto grande es difícil de trasladar a un lugar resguardado, lo mejor es embalarlo con tela protectora y el tiesto lo envolveremos con varias capas de plástico de burbujas. El follaje no debe envolverse en plástico, la humedad condensada pudriría la planta.

Aparte de las especies sensibles como los kakis y granados, los frutales no temen el frío, incluso es conveniente para su desarrollo el próximo año y para eliminar algunas enfermedades. Además, al pintar con cal los troncos se eliminan las esporas de los parásitos escondidos en la corteza. Conviene colocar una capa de hojas muertas en la superficie, ya que al descomponerse enriquecen el suelo durante el invierno. En el huerto, hay que limpiar y retirar los restos de legumbres exceptuando las raíces de vainas y guisantes. La superficie donde no ha quedado ningún cultivo es recomendable cubrirla con compost de hojas muertas. Hay que retirar los restos de ramas enfermas o podridas, así como los residuos de coles o tomates.

Por último, siempre queda la duda de si se debe podar o no en esta época del año. Los rosales se pueden aclarar y eliminar ramas muertas o muy viejas desde la base, como en el resto de arbustos; también quitar las últimas flores y frutos que lo único que hacen es robar energía. En los lugares con fuertes heladas se puede proteger la parte baja del punto de injerto cubriéndolo con una mezcla de tierra y arena. Podemos recortar ligeramente las lavandas para densificar y fortalecer su forma redondeada.