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CONSUMO

El precio de la electricidad


La nueva factura del recibo de la luz vuelve a poner en jaque a las organizaciones de personas consumidoras y diversos colectivos de afectados por el coste de la electricidad, amén de los impuestos, ante un problema no resuelto en quince años por los gobiernos de turno y el mercado eléctrico.

Y es que la situación “no es de recibo” (nunca mejor dicho). Quince años de reclamaciones históricas de los consumidores y de promesas vacías de contenido de los gobiernos, tanto de la revisión urgente del sector eléctrico como del impulso de la libre competencia y de las nuevas fuentes de energía, baratas y sostenibles. Pero, como dice la jota navarra, «no hay quien pueda, no hay quien pueda», porque hay muchos intereses en juego entre los políticos y los grandes del sector. Así que ni tocarla ni enmendarla, y vuelta a marear la perdiz desde el ministerio del ramo, la Comisión de la energía y los mass-media afines.

Para los afectados por el encarecimiento abusivo existen medidas a tomar:

1. Rebajar el IVA de la electricidad al 10%.

2. Eliminar el impuesto de la electricidad (5,11%).

3. Aumentar el control para frenar las manipulaciones del mercado.

4. Revisar el sistema de fijación de precios en el mercado mayorista.

5. Revisar y redistribuir las tarifas de acceso.

6. Mejorar la transparencia en las tarifas.

7. Fomentar la competencia entre las comercializadoras.

8. Impulsar el bono social.

9. Apostar por la eficiencia energética.

10. Empoderar al consumidor.

En tanto, la parte contraria aconseja consumir menos, hacerlo en horario nocturno (saltándose horas de sueño, ordenanzas de ruido, etc) y concienciándonos de que “Hacienda somos todos” y los impuestos son una cuestión “necesaria y solidaria”. Si no que se lo pregunten a las Comunidades Autónomas, a las que el impuesto de Electricidad (que eleva la factura un 5,11%) les viene de perlas, ya que la recaudación va directamente a sus arcas. Toca mirar a un lado como si la cosa no fuera con ellas.