El Ford Fiesta se jubila con 46 años

Uno de los modelos más populares de la historia del automóvil, el Ford Fiesta, se despedirá dentro de poco. ¿Las razones? Por un lado, la caída de la demanda en el segmento de los utilitarios compactos, que han sido fagocitados por los SUV (en este caso, por su «hermano» Puma). Y por otro lado, la llegada de los eléctricos, en cuyos esquemas no encaja el emblemático modelo nacido en 1976.

Los datos no dejan lugar a dudas. En lo que va de año, en Europa ya se han vendido el doble de pumas que de fiestas (90.893 unidades frente a 38.911), y aunque ambos modelos han bajado con respecto a los niveles del año pasado debido a la crisis económica, la caída del Fiesta (-45%) ha sido mucho más acusada que la del Puma (-14%).

La principal razón no es otra que el fuerte descenso de la demanda en el segmento de los utilitarios compactos frente al fuerte tirón de los SUV compactos. No es algo que le sucede solo a Ford. Coches asimismo emblemáticos como el Seat Ibiza o el Renault Clio también lo están padeciendo, frente al tirón de modelos como el Seat Arona o el Renault Captur.

A ello se añade la profunda reestructuración que está experimentando la industria del automóvil para dar paso a los coches eléctricos y que, por lo que hemos visto hasta ahora, ha descartado mayoritariamente la idea de fabricar versiones eléctricas de los modelos ya existentes y se inclina más por crear nuevas plataformas eléctricas a gran escala con el fin de reducir costes.

Así, Ford ha empezado a diseñar sus nuevos modelos en colaboración con el grupo Volkswagen, cuya plataforma MEB se utilizará para los nuevos modelos eléctricos de la firma del óvalo. Dichas plataformas no tienen nada que ver con la que actualmente utiliza el Fiesta, por lo que el anuncio del cese de la producción, en junio del año que viene, no hace sino confirmar que la marca americana contará con una gama de coches eléctricos completamente diferente a la actual. Algo parecido a lo que hemos empezado a ver con los nuevos eléctricos ID de Volkswagen.

Pero, además, todo parece indicar que Ford tampoco utilizará la denominación Fiesta para sus futuros eléctricos, pese a tratarse de un nombre carismático con el que mucha gente se sentía identificado, después de 46 años en el mercado.

Seis generaciones. El emblemático Fiesta comenzó a producirse en el año 1976 en la planta valenciana de Almussafes, uno de los motivos por los que recibió el nombre en español. Diseñado en Europa, sus formas eran elegantes y recordaban en el frontal a modelos superiores de la marca, como el Ford Granada o el Taunus, pero con una trasera tipo «hatchback» con un gran portón que resultaba muy práctico para cargar un maletero bastante generoso.

Pese a ser un tres puertas, su interior era amplio y de fácil acceso y, además de modelos básicos, la gama contaba con acabados bastante lujosos para los estándares de la época, como el famoso Ghia, con pintura metalizada.

En cuanto a motores, la versión de acceso era un gasolina de 957 centímetros cúbicos y 40 CV, aunque también había una versión de 1.100 cc. y 53 CV. Más adelante llegaron la versión diésel 1.600 de 54 CV, famosa por su bajísimo consumo, así como el mítico XR2 de 96 CV (este consumía «un poco» más).

También contó con varias homologaciones para competir en rallys. La principal, una versión World Rally Car que la marca americana produjo para participar en el Campeonato del Mundo de Rally con el equipo oficial, el Ford World Rally Team.

En estos 46 años se han vendido más de 17 millones de unidades, repartidas en nada menos que seis generaciones diferentes. La última ya no se fabrica en Valencia, sino en la planta alemana de Colonia.

Además de la desaparición del Fiesta, Ford ha confirmado también el cese de la producción en abril de 2023 de otros dos modelos, los monovolúmenes Galaxy y S-Max, que se fabrican en Valencia junto al Kuga y a la Transit Connect, y cuyas ventas eran testimoniales. De esta forma, la planta valenciana se prepara para el proceso de electrificación total de sus líneas de fabricación.

El Astra GSe será el primer modelo de la submarca deportiva eléctrica de Opel.

Opel ha confirmado que el primer modelo de la nueva submarca de modelos deportivos eléctricos será el Astra GSe, en sus versiones de cinco puertas y familiar. Ambas contarán con una motorización híbrida enchufable que ofrece 225 CV de potencia. En el exterior, destacan las llantas de aleación de 18 pulgadas, inspiradas en las del prototipo Manta GSe, el frontal específico y el logotipo GSe en el portón trasero. Al Astra le seguirá el Grandland GSe, un todocamino híbrido enchufable dotado de dos motores eléctricos (uno en cada eje) que, en conjunto, desarrollan 300 CV.

Stellantis inicia la producción en serie de furgonetas movidas por hidrógeno.

El grupo Stellantis ha anunciado el inicio de producción en serie de furgonetas Peugeot, Citroën y Opel impulsadas por pila de combustible. Está previsto que la fábrica de Hordain, en el norte del Estado francés, alcance en 2024 una capacidad de producción de 5.000 vehículos anuales con esta propulsión, que se presenta como una de las alternativas para una automoción no contaminante. Estos vehículos están destinados a profesionales que necesitan vehículos «cero emisiones» y mayor autonomía que la de los eléctricos, además de un tiempo de repostaje más rápido (3 minutos).

Porsche amplía la gama 911 con el Carrera T, con un motor de 385 CV.

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