¿Fuego purificador?

Vista desde aquí, suena a víspera de San Juan en alguna de las plazas de Euskal Herria, donde se cumple con la tradición; también a fuego purificador o al menos a presagio de buena suerte y, al mismo tiempo, resulta tan arriesgado como espeluznante. Como bien sabemos, aquí es la magia de las hogueras en la noche más corta del año. Su símbolo es la fogata y alrededor de ella se acostumbra a bailar, la gente más osada a atravesarla de un salto y, en general, a divertirse dando la bienvenida al solsticio de verano. Pero el ritual no es únicamente cosa de vascas y vascos. En Europa se practica en distintos lugares, principalmente entre habitantes de la península ibérica y los países nórdicos. Esta espectacular imagen se captó hace unos días en la pobladísima ciudad de Jieyang, en la provincia de Guangdong, en el sur de China. El joven que reta al fuego y a la suerte se supone que precisamente lo hace por combatir la mala suerte. ¿Ironía? En la antigua China, la llegada del solsticio de verano –que coincide en fechas con el nuestro– celebraba el triunfo de la tierra, lo femenino y las fuerzas del yin, mientras que el solsticio de invierno conmemoraba el cielo, la masculinidad y las fuerzas del yang. En fin, hay tradiciones que pueden matar o quemar.