7K - zazpika astekaria
PANORAMIKA

Pasado, presente y futuro

La exposición de Mikel Otxoteko «El plano de fondo», instalada en el Centro Cultural Montehermoso hasta el 26 de mayo, abarca proyecciones, rótulos luminosos y una instalación escultórica, entre otros. (www.mikelotxoteko.com)

Podemos fácilmente establecer un símil entre la exposición y un bosque por el cual transitamos entre diferentes elementos que conviven y componen un todo; cada cual se adentra en el bosque desde la perspectiva que le otorgan sus propios conocimientos. Ambos lugares pueden acercarnos a tiempos muy dispares que se conectan para ir construyendo una narrativa, haciéndonos empatizar con otras realidades y experiencias de vida. Desde la antropología experimental, el arte nos puede permitir reflexionar acerca de los modelos de organización social, político y económico, entremezclando las memorias personales con los relatos más especulativos.

Hasta el 26 de mayo se puede ver en el Centro Cultural Montehermoso, en Gasteiz, la exposición “El plano de fondo” de Mikel Otxoteko (Donostia, 1981). Esta ocupa la sala del Depósito de aguas y fue una de las propuestas seleccionadas en la última edición de la convocatoria de apoyo a proyectos artísticos del Ayuntamiento de Gasteiz. Al adentrarnos en el espacio, nos sumergimos en un complejo proyecto de investigación que abarca territorios y perspectivas muy variadas.

Cuatro vídeos, donde los tiempos bailan y se fusionan y donde la realidad se mezcla con la ficción, son el eje vertebrador de la exposición. Los diferentes elementos se van entretejiendo y confluyendo para así analizar cuestiones ligadas a la historia, la biología, la sobreexplotación de recursos y la soberanía alimentaria en territorios tan extremos como las islas Saint-Pierre et Miquelon, al sur de Terranova. En cada uno de los vídeos, una voz hipnótica nos propone mirar más allá de la imagen dada. El hilo conductor es el pepino de mar, animal que sustituyó al bacalao en la pesca de Terranova; algo que el propio artista descubrió cuando fue en busca de los recuerdos de su madre, que vivió y trabajó como enfermera en Saint-Pierre et Miquelon. La exposición combina vídeos originales grabados por su madre hace cincuenta años, con rodajes propios, grabaciones realizadas en Hong Kong por terceras personas o animaciones que nos invitan a reflexionar sobre las nuevas funciones de la imagen.

El pepino de mar cumple un importante rol en los ecosistemas marinos, ya que limpia el mar alimentándose de restos y arena sucia que luego expulsa. Debido a una sobreexplotación, este equilibrio está en peligro y se está usando la inteligencia artificial para monitorizar las poblaciones y así evitar su desaparición como ya ocurrió con el bacalao. El artista se refiere al pepino de mar como “el dragón blando”, en referencia a la terminología que se usaba en los mapas para denominar los terrenos desconocidos “Aquí hay dragones”. Esta expresión fue el título de una exposición anterior en el museo San Telmo y también se menciona en otras piezas de la sala. La podemos leer en chino o francés, haciendo un guiño a las culturas que han explotado los recursos naturales de la zona.