05 MAI 2024 PANORAMIKA Incorporando el presente Hasta el 27 de octubre se puede ver en el Museo San Telmo la propuesta «No hay puntada sin hilo», de Hinrich Sachs con la colaboración de Josune Urrutia y Leire Vergara que nos acercan a los tejidos en un contexto vasco. (Museo San Telmo) Laura Díez Cómo dialoga el patrimonio histórico presente en los museos con la realidad actual? ¿Qué relaciones se pueden establecer? Los bienes custodiados en los museos son objeto de interpretaciones, y pueden ser el canal de entrada para generar otros relatos que abren espacios para el cuestionamiento y la crítica. Entrar a analizar el patrimonio desde el arte contemporáneo nos permite ahondar en las singularidades e imperfecciones que pueden habitar el museo, el cual va configurando su identidad en base a las piezas de su colección. En el caso del museo San Telmo (Donostia), se lidia entre la dicotomía de ser un museo etnográfico o un museo de Bellas Artes. Desde 2018 y por iniciativa del artista Asier Mendizabal, el Museo San Telmo alberga un proyecto llamado Museo Bikoitza. Este programa anual invita a artistas a generar un diálogo con la colección permanente y la historia museográfica, desarrollando una obra inédita que desafíe las percepciones habituales y contribuya a una reflexión sobre el papel de los museos en la sociedad actual. Las artistas que participan en ediciones anteriores son las responsables de la invitación, de esta manera se va construyendo colectivamente, en cadena, sobre los posos que van dejando las anteriores. Actualmente, y hasta el 27 de octubre de 2024, podemos visitar en la sala 26 el coro del museo, la propuesta de Hinrich Sachs (Osnabrück, Alemania, 1962) “No hay puntada sin hilo”, que se compone de tres elementos que reflexionan sobre la historia de los tejidos en el contexto vasco. El primero es la vela del navío San Ignacio de Loyola, que surcó los mares entre la Península Ibérica y Venezuela en el siglo XVIII y que es símbolo de la colonización y las rutas comerciales. El segundo es un cómic ilustrado por Josune Urrutia que narra una conversación entre dos adolescentes y la artista. En base a fantasías personales, examinan los artesanales bordados para hablar sobre la historia colonial, los roles de género o los actuales procesos de producción textil en masa. El último elemento es un ensayo, escrito por Leire Vergara, sobre el simbolismo de los motivos encontrados en los bordados de punto de cruz realizados por mujeres en la época colonial de Euskal Herria. El tejido como un material vivo, con su reverso y anverso, con sus ausencias y presencias y con sus diseños funcionales y a la vez estéticos que cumplían unas funciones sociales y simbólicas. El público puede ir desvelando una realidad siempre parcial y condicionada, desenvolviendo las posibles historias que se esconden tras la aparente sencillez de un objeto. La propuesta de Hinrich Sachs nos recuerda que el pasado no está escrito en piedra, sino que es un relato que se construye y reconstruye constantemente, un organismo en permanente transformación.