26 MAI 2024 CONSUMO Concentración bancaria Berta Garcia Las operaciones de absorción y/o fusión de entidades bancarias siempre son contrarias a los intereses de colectivos, léase empleados, personas usuarias, etc. Desde el año 2009, los “legos” lo venimos comprobando, por más que los agudos economistas libremercaderes nos llamaran ignorantes o agoreros. Y es que cualquier fusión busca lo que busca, que es aumentar los beneficios y controlar los precios. La banca, como las eléctricas, solo sabe socializar sus pérdidas, jamás sus ganancias, y véase el lío monumental ante la exigencia de dar un impuesto a las arcas del Estado. No esperemos comprensión como personas usuarias “forzosas” (cualquier pago, hasta de las administraciones públicas, te obliga a domiciliar) porque vamos a asistir en tiempos próximos al cierre de más sucursales; a la reducción de personal y horario de atención; a la reducción de la oferta en materia de productos financieros -menos competencia, peores condiciones, mayor número y costo de comisiones variopintas- y al mayor poder de interlocución de parte, pero alejada de los intereses generales. Ya vienen contando con el apoyo del Banco Central Europeo, el Banco de España, las Comisiones de Competencia y demás. Los colectivos afectados solo suponemos “daños colaterales necesarios e inevitables” ante el supuesto poderío yankee, oriental y cósmico. MAYOR CONTROL Ante esto, las Asociaciones de consumidores, de personas mayores, entre otros colectivos, e incluso el Defensor del Pueblo estatal, reclaman como una sola voz mayor control sobre la banca, y es que los códigos de buenas prácticas quedan solo en intenciones; y porque los sevicios bancarios sean considerados como bien de interés general (como Correos, etc), porque estamos ante una nociva y poco sostenible situación socioeconómica.