La espectacular vuelta a La Hoya de La Leze

El punto de inicio a esta ruta es La Leze, mítico lugar de Euskal Herria donde los haya, especialmente para barranquistas y escaladores. Esta cueva ha sido excavada por un río que atraviesa las rocosas laderas del monte de norte a sur. La erosión también ha formado en la parte superior de la montaña la increíble Hoya que hoy rodearemos. Os recomiendo encarecidamente que, si podéis, hagáis esta ruta, la cual os dejará con la boca abierta por su belleza y espectacularidad.

También comentar que el comienzo de esta ruta tiene algunos pasos que pueden dar algo de vértigo o en los que es necesario usar las manos para avanzar.

Desde el aparcamiento volveremos a cruzar el río y nos dirigiremos hacia el único caserío que tenemos enfrente. A los pocos metros, veremos un camino a la derecha que nos dejará en la base de la pared. Una vez allí, ascenderemos pegados a un viejo y oxidado pasamanos en el que tenemos precipicio tanto a la izquierda como a la derecha. Pronto nos toparemos con una vieja tubería de roca, ascenderemos paralela a ella. Aquí es donde tendremos que resolver algunos pasos de grado I. Cuando veamos unos mojones a la derecha, abandonaremos la vieja tubería para subir por un sendero. Dicho sendero nos llevará por la cuesta más dura que os podáis imaginar, mientras ganamos altura con rapidez. Más adelante, nos plantaremos en un cruce de senderos en el que cogeremos el de la derecha. Dicho sendero nos lleva primero hacia el este para luego girar hacia el oeste y dejarnos, por fin, en la cresta de la montaña. En dicha cresta giraremos a la derecha, avanzando así por su filo. Unos mojones nos marcarán el evidente y rocoso sendero que finaliza en la preciosa cumbre del Olano (1.053 m), La Hoya, amplios paredones, multitud de cumbres... y un paisaje infinito se extiende ante nuestros pies.

En este punto descenderemos dirección norte y atravesaremos una larra que nos dejará en un bosquecillo. Avanzando unas pocas decenas de metros por el bosquecillo, daremos con una pista. Esta asciende dirección norte para aparecer en un repetidor. Aquí giraremos a la derecha y atravesaremos una langa. De esta guisa, nos toparemos con la cumbre del Arbara (1.118 m), donde se unen Araba, Gipuzkoa y Nafarroa. Aquí podéis jugar a dar un paso e ir a Gipuzkoa, otro paso e ir a Nafarroa, otro paso e ir...

Volveremos a atravesar la langa y descenderemos por un sendero marcado con señales blanco-amarillas dirección oeste. Al principio iremos paralelos a una langa y, después, bosque a través. Casi sin darnos cuenta, llegaremos a una pista en la que giraremos a la derecha. Abandonaremos en breve la pista para seguir por otro sendero señalizado con dichas marcas. Cuando retornemos de nuevo a la pista, la seguiremos ya dirección suroeste, girando siempre a la izquierda en los cruces de pista que nos encontraremos, poco a poco vamos rodeando así La Hoya.

Cuando lleguemos al borde de un pinudi, donde las señales blanco-amarillas se salen hacia la derecha, nosotros seguiremos de frente, descendiendo por la pista dirección sur. Esta pista nos lleva de nuevo a la cresta de la montaña, justo entre el Umandia y el Albeniz. En este punto torceremos a la izquierda para subir por un evidente camino a la también rocosa cumbre del Albeniz (1.015 m). Atentos a las sorprendentes rocas gigantes que hay justo antes de llegar a la cumbre.

Desde esta preciosa cumbre seguiremos un difuso sendero que nos llevará por su cara sur hacia el valle. Es posible que perdáis el rastro de la senda mientras descendéis, si esto ocurre, os tocará hacer un poquito la del jabalí hasta salir al GR que atraviesa de oeste a este el valle. A partir de ahora, simplemente nos resta seguir el GR para volver a La Leze. Final (y también principio) mágico para una ruta verdaderamente mágica.