11 NOV. 2015 PLENO DE INVESTIDURA EN CATALUNYA JxSí y la CUP se emplazan a seguir dialogando tras el primer ‘No’ a Mas Tal y como estaba anunciado por activa y por pasiva, la CUP votó ayer en contra de la reelección de Mas, al que acusa de personalismo por ligar su figura al devenir del proceso soberanista. Mañana se retomará el pleno de investidura con una nueva votación. Las posiciones siguen enrocadas, pero ambas formaciones ven margen de acuerdo. Beñat ZALDUA BARCELONA El diputado de la CUP habló: «President, vuelva el jueves». Artur Mas contestó: «Le tomo la palabra, volveré el jueves y ustedes decidirán». Valga este breve intercambio como resumen de la primera votación de investidura que se celebró ayer en el Parlament, en la que Mas no consiguió la requerida mayoría absoluta para ser elegido en primera instancia. Solo un día después de que los 72 diputados independentistas aprobasen la histórica Declaración de inicio del proceso de construcción de la república catalana, la balanza parlamentaria se decantó ayer en contra del president ahora en funciones. Los 62 diputados de Junts pel Sí votaron a favor de su investidura sin fisuras. Los otros 73, incluidos los de la CUP, lo hicieron en contra. Nadie puede hacerse el sorprendido, ya que el voto en contra de la Esquerra Independentista estaba más que anunciado. El pleno se retomará mañana jueves, con un nuevo debate y posterior votación, en la que Mas tendrá suficiente con una mayoría simple (más votos a favor que en contra). Pero si nada cambia en las próximas 48 horas, el resultado será el mismo. Las posiciones siguen enrocadas, aunque la partida está lejos de acabarse. El tono amable que mantuvieron tanto Baños como Mas dio fe de ello. Anunciado como estaba que ni unos ni otros se moverían ayer, lo importante era no hacerse daño. Baños trató de explicar, habrá que ver si con éxito o no, su negativa a la investidura de Mas más allá de la promesa hecha durante la campaña electoral. Así, volvió a enumerar los recortes, las privatizaciones y los numerosos casos de corrupción como algunos de los principales motivos para oponerse, pero se centró, por primera vez, en cargar contra el personalismo de Mas, es decir, contra la identificación de la figura del president con el proceso independentista. «Un Govern no puede ser reducido a una persona. Un Govern no debe ser la expresión de una sola voz, sino la de todos», señaló Baños, que en un momento recuperó, bastante de refilón, la idea de una presidencia coral lanzada por la CUP poco después de las elecciones del 27S. La propuesta concreta, al menos públicamente, no existe, pero la idea permanece: «Señor Mas, hoy no saldrá de este hemiciclo hecho capitán, pero no dude de que la tripulación existe». Contrametáforma marinera para enfatizar que «la CUP mira la mayoría independentista y ve 72 diputados y diputadas, no vemos la confrontación entre Junts pel Sí y la CUP». «Queremos, insisto una vez más, un Govern fuerte, ya republicano», remató Baños, que calificó de «profundamente decepcionante» el discurso de Mas del lunes. El diputado independentista insistió en la idea de que no buscan la destrucción de Mas ni «la disolución de Junts pel Sí». Lo que ocurre es que, según su lectura de la situación, al independentismo le conviene una dirección más colegiada y menos personalista. Aunque Baños no acabó de desarrollar la idea en su discurso, lo que se destaca desde la filas de la CUP es que un 48% de los votos independentistas sirven para iniciar el proceso de desconexión, pero no para culminarlo y en la tarea de ensanchar el espacio independentista, la CUP entiende que el hiperliderazgo de Mas resulta contraproducente. Mas se defiende Mas, como resulta obvio, no compra la argumentación de la CUP. Al menos no ayer. Negó el personalismo que le achaca la Esquerra Independentista, recordando, por ejemplo, que no ha asistido a ninguna manifestación de los 11 de setiembres («mira si me podría haber lucido», señaló) y apuntó que la consulta del 9N fue posible gracias a la participación de 40.000 voluntarios. «No puedo decir que esté contento con el no», apuntó Mas, algo resignado pero sin acritud, antes de añadir: «La segunda votación (de mañana) es por mayoría simple. Sé que no es fácil, pero ya que usted me invita a volver, quiero entender que esta invitación tiene espíritu constructivo». Mas coincidió con Baños al apuntar que son «72 (diputados) para tirar hacia adelante el proyecto de un estado y una constitución» y de hecho, de forma improvisada, lanzó un reto a los diputados de la CUP: «¿Por qué no nos reunimos un día todos los diputados (independentistas), votamos y decidimos?». En la contrarréplica, Baños le contestó que de acuerdo pero que con votación secreta («quizás nos entretendríamos», apuntó), algo a lo que Mas contestó de forma afirmativa desde su escaño. La propuesta no fue sino resultado del juego retórico entre Baños y Mas, pero visto el enroque de ambas formaciones, no tardaron en salir voces a favor de la idea, ni medios encargados de recogerla y ejercer de altavoz. Diputados de JxSí como Germà Bel o Oriol Amorós utilizaron las redes sociales para lanzar mensajes de apoyo a la asamblea de los 72 diputados independentistas y medios como ‘Vilaweb’ llevaron la propuesta a sus portadas. Veremos. En cualquier caso, aunque las negociaciones siguen abiertas, la pelota durante las próximas 48 horas está en el tejado de Mas. Si plantea una nueva fórmula (no tendría por qué ser la que propone la CUP), podría haber nuevos movimientos. De lo contrario, nada parece indicar que 48 horas sin novedades harán cambiar el voto negativo de la CUP. Pero la partida seguirá abierta. Baños concluyó trayendo a colación a aquellos ciudadanos independentistas que estos días les paran por la calle y les dicen «¡Pónganse de acuerdo!». «Eso es lo que estamos haciendo. Ponernos de acuerdo es ceder, aceptar y consensuar», le contestó. A su vez, Mas también quiso acabar con la mano extendida: «Hay margen para entendernos». El unionismo se empeña en dar la legislatura por muerta El pleno parlamentario de ayer dejó claro que la investidura de un nuevo president es cosa de dos: Junts pel Sí y la CUP. Sea con Mas al frente o no, la suma de las dos plataformas independentistas es la única capaz, programáticamente, de sumar la mayoría necesaria para acordar un jefe de gobierno. El resto, tal y como quedó ayer de manifiesto, prefiere ignorar el mandato democrático del 27S y dar por muerta la legislatura antes siquiera de que empiece a caminar. Aunque con tonos diferentes, ayer Ciutadans, PSC, Catalunya Sí que es Pot (CSQP) y PP volvieron a hacer piña tanto contra Mas como contra el proceso independentista en general. Aunque podía haber optado por responder a todos los grupos parlamentarios en bloque, Mas decidió responder uno a uno, lo cual dio derecho a todos los partidos a la contrarréplica, alargando en consecuencia el pleno hasta última hora de la tarde. De hecho, la votación no se celebró hasta las 20.00. La primera en hablar fue la líder de Ciutadans en el Parlament, Inés Arrimadas, encargada de repetir hasta la saciedad y de mil formas diferentes las tres ideas por las que exige a Mas que renuncie a la reelección: la mala gestión de su Govern, los casos de corrupción que afectan a su partido y lo que consideró unos «malos resultados» el 27S. «Pasará a la historia como el presidente que se ha cargado CDC, el partido que durante muchos años ha sido capaz de aglutinar una gran mayoría social y política en Catalunya», espetó Arrimadas, hurgando en la herida convergente. Como acostumbra, el líder del PSC, Miquel Iceta, se encargó de poner el tono jocoso a la jornada. Los chistes, sin embargo, no escondieron un discurso que poco tiene de diferente con el del resto de la bancada unionista: «Nosotros decimos no a la independencia, no a la ilegalidad y no a usted como president». Por parte de CSQP, ayer fue el turno del cabeza de lista, Lluís Rabell, quien utilizó un tono bastante más suave y menos beligerante que el empleado la víspera, durante el debate de la Declaración de desconexión, por Joan Coscubiela, número dos de la coalición entre Podemos e ICV-EUiA. Rabell se centró en los recortes y la corrupción que acompañan a Mas para oponerse férreamente a su investidura y, frente a una desconexión para la que «no hay margen», propuso una «hoja de ruta transitable». Evidentemente, se refería al referéndum negado una y otra vez por el Estado español. Por último, el líder del PP en Catalunya, Xavier Garcia Albiol, hizo gala de su bravuconería y acusó a Mas de estar cargado de «debilidad, mentiras y odio contra España», así como de dejarse caer en brazos de un partido «estrafalario, radical y antisistema» como la CUP.B.Z. intervenciones: Tira y afloja entre Junts pel Sí y la CUP «Ni Baños, nuestro candidato, ni Mas, el de JxSí. Una propuesta de consenso podría ser Romeva» BENET SALELLAS CUP «El proceso soberanista ha avanzado siempre a base de sumar, nunca a base de apartar activos» JORDI TURULL Junts pel Sí «Señor Mas, hoy no saldrá de este hemiciclo hecho capitán, pero no dude de que la tripulación está» ANTONIO BAÑOS CUP «No estoy dispuesto a hacer lo que sea para ser president. Hay líneas que no traspasaré» ARTUR MAS Candidato a la reelección NEGOCIACIONES Si Mas no pone encima de la mesa alguna nueva fórmula, la CUP votará también mañana en contra de su investidura. De ser así, se abriría el periodo de dos meses para alcanzar un acuerdo. En caso contrario, elecciones. ROMEVA Benet Salellas (CUP) lanzó ayer desde la radio un globo sonda proponiendo al cabeza de lista de JxSí, Raül Romeva, como president. El propio Romeva se descartó, recordando que su candidato es Mas. ASAMBLEA COMÚN En el toma y daca entre Baños y Mas, este último lanzó la idea de reunir a los 72 diputados de JxSí y la CUP para elegir al president. Fue un comentario casi irónico, pero no tardaron en salir voces a favor.