07 DéC. 2015 Derbi en Anoeta Agirretxe marca la diferencia y premia al que más buscó ganar Un buen Eibar se adelantó con un gol de Borja Bastón y el usurbildarra protagonizó la remontada y lleva el 69% de los tantos realistas. Joseba ITURRIA REAL SOCIEDAD 2 SOC. DEP. EIBAR 1 Imanol Agirretxe dio la victoria a la Real con dos goles, el segundo en el minuto 90 cuando se iba a cumplir el tiempo reglamentario, que remontaron el séptimo marcado por Borja Bastón en el buen inicio de un Eibar que demostró las virtudes que le han colocado en la primera mitad de la tabla y el declive en el final de los partidos que le ha impedido sumar más puntos. La rueda de prensa de Mendilibar, en la que acusó a su equipo de conformismo, demuestra que vio al alcance de sus manos ganar en Anoeta. Esa ambición se reflejó en el comienzo con una presión a la salida del balón que le permitió adelantarse en el marcador tras un saque de esquina provocado por un centrochut de Keko Gontán que obligó a Rulli a responder. Yuri no despejó el balón bien y el Eibar lo aprovechó para adelantarse. La Real reaccionó y empató rápido en una pérdida de Dani García que aprovechó Sergio Canales para superar a Capa y enviar un centro que Pantic dejó perfecto para que Agirretxe marcara su primer gol. Pudo lograr un segundo en un balón centrado por Vela al que llegó muy forzado y tras un rechace de Riesgo a remate de Jonathas, pero la victoria se decidió en otra jugada afortunada. Bruma combinó con Granero, que buscó la pared con un pase aéreo que se quedó corto y llegó a un Canales que pedía al madrileño el balón al ras de suelo y al encontrarlo en la cabeza lo peinó con la suerte de que allí llegó el luso para tocar el balón y habilitar a Agirretxe para marcar su undécimo gol en once partidos titular. Eso compensa que sus compañeros llevan solo cinco en catorce jornadas. La fortuna para el que la tienta Los dos goles de Agirretxe, como los logrados ante el Sevilla, llegaron en jugadas poco habituales con la pizca de fortuna que es necesaria en el fútbol y premian la valentía de Eusebio, que sigue fiel a su apuesta por un fútbol ofensivo, con demasiados riesgos al salir con el balón jugado, por tener la posesión y por buscar la victoria. La fortuna solo acompaña al que busca la portería rival, y la Real confió más que el Eibar en busca de la victoria y la encontró en el último minuto en un partido en el que el empate habría reflejado mejor lo que se vio sobre el terreno de juego, en el que no se plasmó la diferencia del coste que tienen las dos plantillas. La Real tuvo el control del balón en el primer tiempo, pero sin crear más ocasión que la del primer gol. El Eibar tuvo al margen del 0-1 y del remate de Keko previo una opción de Borja Bastón que Mikel González desbarató desde el suelo. En el segundo tiempo la Real salió a buscar con más decisión la portería de Riesgo, para lo que colocó a Vela en la banda izquierda para provocar la segunda tarjeta de Capa, Canales pasó al centro y Xabi Prieto a la derecha. La Real volcó su juego por la izquierda para poner en problemas al lateral y así llegó la mejor ocasión de Agirretxe a pase de un Vela que tuvo más actitud que acierto y fue sustituido. Antes Mendilibar había retirado al jugador vizcaino tras una falta en la que empezó a sentir el peligro de su expulsión. Los cambios de Eusebio El cambio de Mendilibar se veía venir desde el momento en que vio a Capa emparejado con un Vela que no tiene la velocidad que le caracterizaba, pero provoca tarjetas como ninguno. Eusebio sorprendió con los tres cambios porque el mexicano fue el primero que dejó el terreno para colocar a Jonathas como delantero centro y escorar a Agirretxe primero a la banda izquierda y, tras salir ahí Bruma, a la derecha en lugar de Prieto. Más sorprendió todavía su decisión de dar entrada a Carlos Martínez en el lateral derecho y de colocar a Aritz Elustondo en el puesto de central en lugar de optar por Diego Reyes tras la lesión de Mikel González. La Real acababa de vivir un susto con el central lesionado en una salida de Rulli a los pies de Borja Bastón en la que el delantero declaró tras el partido que no hubo penalti. Pero el Eibar, para desesperación de su técnico, no buscó la portería, quiso defender el empate y, como en tantos partidos esta Liga, vio cómo se le escapó un punto en los últimos minutos. Porque se ha adelantado en los once partidos que ha marcado, pero solo ha podido ganar en cinco. La Real buscó la victoria con decisión y en los últimos diez minutos tuvo cuatro opciones, las tres últimas con participación de un Bruma que supo sacar petróleo a sus pocos minutos y dejó el balón que Agirretxe aprovechó para marcar su undécimo gol y dar la segunda victoria consecutiva en Anoeta. Eso permite salvar con lo máximo a lo que se podía aspirar los tres primeros partidos de Eusebio.