Ramón SOLA
IRUÑEA
Entrevue
SABINO CUADRA
CABEZA DE LISTA DE EH BILDU AL CONGRESO POR NAFARROA

«El derecho a decidir no es solo un himno o un sitio en la ONU, son los garbanzos»

Cuadra tiene 66 años en carnet, pero esta legislatura lo ha revelado como la voz con más nervio, fresca y joven en un Congreso que huele a naftalina. Ha conocido la crisis del Estado desde sus mismas entrañas y ve más factible allí otro «cambiazo» que el «cambio» que sí considera viable en Euskal Herria. Para eso tiende las dos manos EH Bildu.

Sabino Cuadra es lo que se dice habitualmente «un peleas». Sorprendió por eso que entrara en el Congreso, que parece todo justo lo contrario, pero allí también ha dado pelea. ¿Por qué usa ese estilo y qué cree que ha conseguido con él?

En buena medida porque yo soy así, y porque entiendo que si hubo gente que me eligió fue porque quería que esa forma de ser estuviera representada. Pero además, creo que no hay que acercar la política a la calle, sino que la calle entre en las instituciones tal como es.

Ha vivido la crisis del Estado en primera fila. ¿Qué ha descubierto allí?

Esa crisis es indudable, hay un cambio notable desde hace cinco o seis años. Un factor muy importante ha sido la corrupción, que ha atravesado todo de arriba a abajo: Casa Real, espacios sindicales, autonomías... se ha evidenciado que el propio régimen está podrido. Por otro lado, destaco la inmensa movilización social que ha surgido, con afirmaciones como «lo llaman democracia y no lo es», las cinco huelgas generales en Euskal Herria, las mareas, el 15M... Y otro dato muy importante es el proceso independentista catalán, torpedo en la línea de flotación de ese régimen que se creía eterno. Hoy ya se debate abiertamente en las tertulias si tiene futuro esta España o no lo tiene.

¿En algún momento de esta legislatura ha visto opciones de auténtica ruptura, o realmente no ha sido para tanto?

Bueno, todavía falta bastante por hacer. No es lo mismo acabar con el bipartidismo que con el régimen, son dos cosas diferentes. El tema es bastante más profundo. Las ligazones de este régimen, a nivel económico, financiero, ideológico, eclesiástico... son bastante potentes. Debajo están Ejército, Guardia Civil... que dan cohesión a todo.

Si se abre el melón constitucional, ¿dónde se va a situar EH Bildu? ¿Irá más en la línea de dar la mano al Rey, como al inicio de legislatura, o romper la Constitución, como al final?

Vamos a estar haciendo lo que hemos hecho hasta ahora, llevar allí tres cosas fundamentales. Primero, la afirmación del derecho a decidir. Si ese melón no empieza por reconocérselo a nuestro pueblo, no participamos. Estamos por el cambio, no por el cambiazo, eso ya nos lo hicieron en la transición cuando el PSOE o el PCE salieron hablando de autodeterminación y luego vimos unión indisoluble de España. Otro tema con gran importancia, porque aquí nos condiciona, es el proceso de paz. Ha habido una situación inmejorable para dar muchos pasos y el Gobierno del PP lo que ha hecho es zancadillear e intentar dinamitarlo. Apoya el de Colombia, muchísimo más cruento, y este no. Por eso, en esto tiene que haber un cambio importante. Y el tercer punto es dar salidas de izquierda a la crisis, favorables a las grandes mayorías sociales de nuestro pueblo, y no la contrarreforma que hemos visto en favor de unas elites, de las multinacionales del IBEX 35... Desde EH Bildu iremos con todo esto, y veremos qué tamaño tiene la raja de ese melón...

Y si eso ocurre, ¿ve factible alguna colaboración con el PNV, por ejemplo?

Por supuestísimo. Si hay un planteamiento claro por el derecho a decidir, sí. Lo mismo que coincidiremos con fuerzas de izquierda en otros ámbitos aunque no compartan el derecho a decidir. ¿Por qué no?

¿Podemos es más un aliado o más un rival?

Podemos tiene sus partes oscuras y claras. Evidentemente no lo ponemos en el espacio del PP; ni en el de Ciudadanos, que es el PP con colorines; ni en el del PSOE, al que conocemos de sobra sobre todo en Navarra, un partido sin palabra y con corrupciones, una mera marioneta de Madrid. Podemos está en un ámbito de izquierda y a favor del derecho a decidir, pero tiene aspectos más oscuros. Por ejemplo, la postura que ha llevado en Catalunya ha sido lamentable. Otro caso: Euskal Herria y Navarra dijeron que no a la OTAN, y afirmar ahora aquí que eso no tiene mayor importancia y que hay que respetar tratados y acuerdos... como consecuencia de esos tratados y acuerdos tenemos el polígono de las Bardenas. A nivel práctico, también hemos visto lo que ha pasado con la propuesta de candidatura unitaria al Congreso: han predominado las lecturas estatalistas, afirmando que en Navarra la confluencia son ellos y punto. Para decir tal cosa aquí, hay que andar con gafas de madera.

EH Bildu pone énfasis obviamente en cuestiones identitarias además de las de izquierda. ¿Esto les coloca en cierta desventaja frente a Podemos? ¿No hay riesgo de que Podemos parezca más de izquierda?

Lo estamos repitiendo mucho en campaña: el derecho a decidir no es para nosotros solo tener una bandera, un himno o un sitio en la ONU. En Navarra nos han tumbado 16 leyes, y eran leyes que tenían que ver con los garbanzos, con cosas que afectan a la gente: copago, asistencia sanitaria universal, desahucios... Las leyes que aprueban nuestros parlamentos tienen que ir a misa, y eso es derecho a decidir. Y también en sentido contrario: si en Madrid se aprueban la Lomce o la Ley Mordaza y aquí las mayorías están en contra, eso no se puede aplicar. Decir que nos limitamos al tema identitario es injusto, y en ocasiones malintencionado.

Tras el vuelco de mayo, esta cita tiene un plus de interés en Nafarroa. ¿Se ha ganado terreno desde entonces o hay riesgo de una involución este 20D?

Creo que en general las cosas van bien. Evidentemente hay partes que no están tan claras, van surgiendo problemas por el camino, pero desde el principio lo sabíamos porque las cargas de profundidad que han dejado puestas en el entramado institucional o presupuestario son muy fuertes y no se desmontan en cuatro semanas, ni tampoco en seis meses. Pero la cosa va p’alante, va bien. Para EH Bildu hay opciones de llegar al 15% y con ello conseguir el grupo propio que nos vetaron en 2011; a eso vamos, sería ponerles otra piedra en el zapato.

¿Cómo le pediría a una persona joven, que vaya a votar por primera vez, que elija EH Bildu?

Yo le diría: «Vamos a ver, nosotros somos de aquí, llevamos 35 años trabajando, mirad en vuestros pueblos qué hace la gente de EH Bildu, fijaos en esos espacios en los que a vosotros os golpean más (la enseñanza, los barrios...), comprobad ahí quién está con vosotros y vosotras y no tanto en las campañas de marketing que vienen de Madrid, en las fotos de Madrid, en los debates realizados de forma interesada en eso que se llaman medios de comunicación pero que son empresas controladas por empresas del Ibex 35». Y añadiría; «Y como eres mayor de edad, ¡pues haz lo que quieras, claro!»

¿Cuál le gustaría que fuera la primera iniciativa tras el 20D?

Hay muchas, como subir el Salario Mínimo Interprofesional al menos a los 1.200 euros, y otras necesidades sociales muy urgentes. Pero la que más alegría me daría sería ver que se toma la decisión de traer a los presos y presas a Euskal Herria.