También arrasan en Suiza
Carly Lloyd hizo buenos los pronósticos y ganó el Balón de Oro. Jill Ellis redondeó la noche estadounidense.
Estados Unidos fue el equipo del año y sus integrantes también lo han sido a nivel personal. No hubo sorpresas, no suele haberlas, en la gala del Balón de Oro donde, como en Canadá, también arrasaron las estadounidenses. Carly Lloyd sucede a Nadine Kessler en el palmarés y su entrenadora Jill Ellis toma el testigo de Rolf Kellermann. También aquí, con excepciones puntuales, Estados Unidos y Alemania se lo llevan todo.
Por eso no cabe hablar de sorpresas con lo sucedido en Zurich. Por eso y porque, en un año con Mundial como 2015, los votos tienen una dirección clarísima. Poco importaba, así, la sensacional temporada de Celia Sasic que, antes de colgar las botas en julio para ser madre –precisamente el lunes hizo público su embarazo–, había ganado la Champions League, proclamándose máxima goleadora del torneo, como también lo había sido en la Bundesliga y lo fue después en el Mundial. Pero la selección teutona ni siquiera pudo llegar a la final en Canada, lo que le dejaba con muy pocas opciones –sí lo hizo Japón pero las posibilidades de Aya Miyama eran aún menores– de hacerse con el galardón.
Efectivamente, lo sucedido durante esas cuatro semanas en tierras canadienses, resultó definitivo. Aunque eso no resta méritos a Carly Lloyd, que no pudo retener las lágrimas al recoger un reconocimiento con el que culmina un año inolvidable. Aunque solo a partir de junio porque, en una Liga muy mediatizada precisamente por la disputa del Mundial, su equipo Houston Dash tuvo una actuación discreta. La centrocampista de New Jersey se quitó la espina con su selección.
Internacional en 211 ocasiones, 80 goles con el equipo nacional, capitana y favorita para hacerse con el testigo de la recién retirada Abby Wambach –si Hope Solo lo permite–, Carly Lloyd resultó fundamental en el reencuentro de Estados Unidos con el oro mundialista. Fue su mejor jugadora y también la más decisiva. Seis goles en el torneo, tres de ellos en la final frente a Japón, lo que le convertía, además, en la primera futbolista en firmar un hat-trick en una final.
A sus 33 años, y con el final ya más cerca que su debut, Lloyd agradecía entre lágrimas un trofeo que «es un honor, un sueño desde que empecé a jugar a fútbol». Hace casi tres décadas porque la futbolista solo tenía cinco años cuando comenzó a practicar, en su localidad natal de Delran Township. Cuando llegó al instituto se convirtió ya en una joven estrella a nivel estatal y la progresión continuó con su paso a las ligas universitarias de la mano de las Scarlet Knights de la Universidad de Rutgers. Centrocampista con fútbol y con gol, pasó por las categorías inferiores antes de debutar con la selección absoluta de Estados Unidos en 2005, con 23 años. Ha sido con el equipo nacional con el que mayores éxitos ha conseguidos: dos oros olímpicos y el pasado Mundial.
De ahí que en su discurso, al recoger el Balón de Oro, quisiera recalcar su «agradecimiento a mis entrenadores y mis compañeras, no sería nada sin ellas», subrayó Lloyd, que tampoco olvidó a Sasic y Miyama, «dos grandísimas jugadoras».
La ilusión de una emigrante
El galardón a mejor técnico vuelve de nuevo a manos femeninas con el reconocimiento a Jill Ellis.
Nacida en Portsmouth hace 49 años, tuvo que conformarse con el atletismo hasta que a los 14, su padre, también entrenador, decidió mudarse con la familia a Estados Unidos. Allí sí pudo dedicarse plenamente al «soccer» sin que nadie le mirara mal, «aunque no sabía ni en qué puesto jugaba, solo que me gustaba jugar a fútbol», sonríe al recordar. Tras retirarse al concluir la Universidad, se preparó para los banquillos. De las Ligas universitarias pasó a las categorías inferiores de la selección y en 2014 relevó a Tom Sermanni al frente de la absoluta. Con un gran reto por delante, el Mundial, que Estados Unidos no había ganado desde 1999. Lo ha conseguido a sus órdenes y el fútbol se lo ha recompensado con el galardón de la FIFA. Las otras candidatas, Mark Sampson y Norio Sasaki, no han podido hacerle sombra. A.U.L.
La semana
Goles. Charlyn Corral (Levante) comenzó el año marcando y encabeza en solitario la lista de realizadoras con 12 goles. Le siguen Jenni Hermoso (Barcelona) y Mari Paz (Valencia) con 11; y Nahikari (Real), que también vio puerta, con diez.
Récord. Doble, el que consiguió el Athletic con su victoria frente al Atlético, que fortalece su liderato. Por primera vez enlaza diez victorias y además establece su nuevo récord de imbatibilidad, con 561 minutos sin encajar gol –el anterior, 518, databa de 2004–. La última futbolista que batió a Ainhoa fue Eli, en la 7ª jornada, al marcar el de la honrilla en lagoleada del Athletic al Fundación Albacete (5-1).
Lesiones. Nekane Díez, que se fracturó el ligamento cruzado anterior en el partido de la selección en Barcelona, pasará el viernes por el quirófano. Además, sus compañeras Erika y Joana Flaviano y la realista Leyre Fernández, están a la espera de conocer el alcance de las lesiones que sufrieron durante la primera jornada del año.
Segunda. Cambio de año y primer tropiezo para el EDF Logroño, que contaba todos sus partidos por victorias. Esta vez empató con el San Ignacio (0-0), lo que permite al Añorga, segundo, recortar su desventaja a seis puntos tras imponerse al Athletic B (1-0).
Internacional. Irene Paredes (Athletic) es la única futbolista vasca citada por Jorge Vilda para el encuentro clasificatorio para la Eurocopa que enfrentará a Montenegro y España el próximo 24 de enero en Petrovac.
Fichaje. Sigue el desembarco de jugadoras costarricenses en la Liga. El Santa Teresa ha fichado a la lateral Lixy Rodríguez, de 25 años, y que disputó el último Mundial con Costa Rica.
Televisión. La cadena BeIn Sports retransmitirá un partido de Primera cada semana. Será los sábados, aunque precisamente el primero, el que disputaron Valencia y UDG, se disputó el pasado domingo. El próximo será el trascendental Atlético-Barcelona (sábado, 11.45).