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SE LLAMA KIVA, ES FINLANDÉS Y LLEGA A LAS IKASTOLAS PARA COMBATIR EL ACOSO

KiVa, el proyecto contra el acoso escolar que tan buenos resultados ha conseguido en su país de origen, Finlandia, se presentó ayer ante 300 docentes de las ikastolas. Podrían implantarlo el próximo curso si hay un mínimo de centros interesados en hacerlo.


Su país de procedencia, Finlandia, ya es una excelente tarjeta de presentación. Allí donde el sistema educativo lleva décadas mimándose como uno de los pilares fundamentales del Estado y arrojando excelentes resultados, que le han convertido un referente a nivel mundial, KiVa nació para atajar y prevenir el acoso escolar. Aun no siendo un problema de primer orden en aquel sistema, el Ministerio de Educación finlandés decidió que era necesario hacer algo. Encargó una investigación que se prolongó durante un año y expertos plasmaron después su propuesta en este método, que se puso en práctica en las aulas de todo el sistema educativo en 2009. Los resultados ya pueden evaluarse, «desde su implantación en los centros escolares finlandeses ha conseguido reducir drásticamente» el bullyng.

Ayer se presentó en Gasteiz, en una jornada de trabajo organizada por Ikastolen Elkartea, en la que participaron alrededor de 300 docentes (directores, responsables pedagógicos y profesores) procedentes de ikastolas de todos los herrialdes. Hubo una exposición genérica y después talleres para «conocer y practicar con los materiales».

Para explicar en qué consiste KiVa, el acrónimo de la expresión finlandesa Kiusaamista Vastaan (contra el acoso escolar), el encuentro contó con la presencia de Johanna Alanen, coordinadora internacional del proyecto de la Universidad de Turku (Finlandia). La otra ponente fue Ulrika Wilför-Nyman, directora de la escuela Vindängens Skola de Espoo (Finlandia), quien contó cómo ha sido en su centro la experiencia de la implantación del método KiVa.

Tal y como explicaba recientemente Alanen, el quid del tratamiento del acoso escolar está en que la víctima perciba el apoyo de compañeros. De hecho, cuanto más defensores tenga, menos ansiedad y depresión sufrirá, precisaba a Efe. Por ello, una de las claves en las que incide el método está dirigida a conseguir que la víctima cuente lo que sucede y KiVa dispone, por ejemplo, de un juego en el que los escolares pueden dirigirse a los profesores mediante «una especie de buzón», una forma de salvar el trato directo al que en muchos casos se resisten las víctimas de bullyng.

«Que sientan que están con ellos»

Conscientes de las reticencias que el alumnado que sufre acoso presenta a la hora de contar qué les está ocurriendo, Alanen explicó que se trabajan especialmente estrategias para que reúnan el valor de hablar del problema con un adulto, «porque no se suelen atrever». Comentó que no siempre es conveniente salir en ayuda de la víctima en el momento de la agresión, pero sí después. «Lo que deben sentir las víctimas es que están con ellos, que los entienden, que no son indiferentes a su problema. Cuantos más defensores haya en la escuela estarán mejor, sentirán menos ansiedad y depresión».

«Somos conscientes de que no se puede eliminar totalmente», pero sí es posible orientar a los centros para prevenirlo y que se den menos casos, explicó Alanen. Por ello, KiVa plantea estrategias y pone a disposición de los medios materiales didácticos, juegos de ordenador y materiales on line adaptados a diferentes plataformas. El programa finlandés se adapta al lugar donde se implanta, por ello se trabaja con especialistas locales para traducir materiales.

Presentado el método, las ikastolas decidirán a lo largo de febrero si lo implantan en sus aulas. Tal y como explicó ayer la federación, para que no suponga un sobrecoste difícil de asumir para los presupuestos de los centros es necesario que un tercio de los mismos en Hego Euskal Herria (entre 20 y 25) decidan hacerlo. El metodo se implantaría el próximo curso.