Sonreíd, porque vamos a pasar

Un Athletic que se vio más perjudicado que su rival por el mal estado del campo mereció mayor ventaja tras su titánico esfuerzo.

ATHLETIC 1

VALENCIA 0

Por extraño que parezca jugando en San Mamés, el barro, ese elemento tan consustancial a la historia de este club, tanto como el sirimiri, su particular filosofía o las bolsas de plástico sobre el verde en días de sur, fue el peor rival del Athletic en una desapacible noche de fútbol, en la que los rojiblancos aprovecharon cuando el terreno de juego no había sido pasto del trote de los jugadores, para poner en franquicia una eliminatoria en la que se cumplieron los dos objetivos, marcar y no encajar. Es verdad que los leones merecieron algo más, sobre todo porque en la segunda mitad buscaron con más ímpetu mayor ventaja y firmaron ocasiones, como la última de un desafortunado anoche Aduriz, como también lo es que el Valencia tuvo sus oportunidades. Marcador corto pero alentador, sobre todo porque los bilbainos fueron los más perjudicados, sobre todo un Beñat que no se encontró hasta la segunda mitad, aunque la que realmente tuvo que poner de manera certera la puso.

Viento recio, chubascos ocasionales, era la previsión del tiempo para la hora del partido en un San Mamés donde el barro se sumó a una noche europea que prometía, por lo que había en juego, con la inercia al alza del equipo, por los condimentos en torno al juego, lluvia, ambiente fresco, el himno de la Europa League que apenas se dejaba escuchar ante el unísono ¡Athletic, Athletic!... Aliento que empujó al equipo a apretar desde el pitido inicial, un Athletic decidido a poner cerco a los valencianistas, en un once con la única novedad de Iturraspe por un San José que se caía de la convocatoria ante lo inminente de su paternidad.

Terreno de juego encharcado, con malas perspectivas en la zona medular más cercana a la Tribuna Principal, algo que a la postre iba a perjudicar a los locales, sobre todo al manómetro de Igorre, que se las vio y deseó para llevar la manija y surtir de balones a sus compañeros. Un barro que no le iba a impedir asistir una vez más para que su equipo se adelantara en el marcador, a balón parado.

Arrancaron los leones muy sueltos, con un Susaeta enchufado en banda que fue el primero en poner en aprietos a Ryan con un disparo cruzado, el equipo aprovechaba el terreno que dejaba un Valencia replegado y lo que era peor para los intereses chés, facilitar las jugadas estratégicas. Y en una de ellas apareció la testa del guerrero Raúl García. Andaba el navarro metido en todos los fregados, entrando al cuerpo a cuerpo, reclamando tarjetas, hasta que llegó su hora. O su minuto. Falta en campo valencianista. Beñat coge distancia, golpea un balón salpicado por miles de gotas que prolonga en la corta un Raúl García a mitad de vuelo, cuyo giro de cabeza transporta el balón hasta la red visitante. Gesto de rabia del navarro, héroe bajo la pertinaz lluvia, San Mamés que saca a pasear sus bufandas.

El partido estaba para un gol del Athletic y este cayó. Era el minuto 20. Apenas un par de ellos después, Rodrigo era el que ponía en apuros a un Herrerín que iba a salvar esa y otra más tarde al propio delantero valenciano. Entre ambas, el 2-0 malogrado por Aduriz, que ganó una pelota casi sobre el punto de penalti y desde allí, solo, se precipitó y la cruzó para, primero, incredulidad de un San Mamés que, segundo, reaccionó coreando su nombre. Minuto negro para el técnico Gary Neville porque justo en ese instante, en Anfield, el Liverpool le marcaba a su exequipo el United.

Ventaja en el marcador ante la que un Valencia que pareció querer revelarse, metiendo en algunas dudas a una zaga bilbaina que sufría con el juego de espaldas de Negredo y echaba de menos la contundencia aérea de San José. No varió el marcador, como tampoco lo iba a hacer en la segunda mitad, marcado por el pésimo estado del verde, donde el Athletic multiplicó ocasiones de todos los colores, empujó, pero sin fortuna, apretó más, y hasta sufrió en alguna jugada aislada valencianista.

El Athletic cobra ventaja, mínima pero alentadora, empujado por un San Mamés volcado con cada esfuerzo de los suyos. Entre ellos, se lo pasó bien Arnaldo Otegi, que disfrutó de un épico choque de ida en el que a los leones solo les faltó algún gol más. Aún y todo, sonreíd, que vamos a pasar.

Susaeta y De Marcos, a la caza europea de Iribar

José Ángel Iribar jugó 55 partidos europeos, 49 en la UEFA y 6 de la extinta Recopa. Anoche, Susaeta llegó a su partido 52 en competición continental, mientras que De Marcos alcanzó el medio centenar.

El Athletic, sexto favorito para ganar el título

Según la web Euro Club Index, ranking de clubes europeos, el Dortmund tendría un 17,2% de probabilidades de ganar la Europa League y el Sevilla un 16,6%; el Athletic un 6,6%, tras United, Villarreal y Tottenham.