25 MAR. 2016 OBITUARIO Líder revolucionario para un fútbol total Cruyff personificó la radicalidad del renacimiento de la belleza en el juego. Mikel ZUBIMENDI Johan Cruyff murió ayer de cáncer en Barcelona y dejó al mundo del fútbol huérfano de una de las figuras que más ha influido en este deporte. Nacido en Amsterdam el 25 de abril de 1947, como jugador del Ajax, de la mítica selección holandesa y del Barcelona, fue claro dominador e ídolo mundial del fútbol de la década de los 70, además de ser uno de los pocos grandes jugadores del mundo que triunfó como entrenador. Aunque nunca ganó un Mundial, el de 1974 de Alemania encumbró a su Naranja Mecánica holandesa y su táctica de fútbol total, con un constante intercambio de posiciones de jugadores. No obstante, Cruyff ganó tres Copas de Europa con el Ajax y otra más como entrenador del Barça, nueve ligas holandesas y una española y, además de ser nombrado mejor jugador del continente tres veces, fue elegido como mejor jugador de Europa del siglo XX. Tras haber amenazado al Ajax con su retirada si no facilitaba su traspaso, en 1973 fichó por el F.C. Barcelona doblando todas las cifras que se habían pagado hasta entonces por un jugador. Su traspasó fue un hito en la comercialización del deporte y, como superestrella del fútbol europeo, fue pionero en llevar la publicidad de las grandes marcas en sus personalizadas botas de fútbol y en la mítica camiseta número 14 de Holanda. Su llegada rompió la tendencia de 13 años de un Barça perdedor y lo hizo campeón tras una racha de 27 partidos invictos con una manita (5-0) al Real Madrid para la historia por medio. En Barcelona lo apodaron "El Salvador" y, no exenta de polémicas, la relación entre el Barça y Cruyff ha sido constante y fructífera. Él fue el creador del «Dream Team» y de la actual supremacia del Barça. Siempre ha estado vinculado con Catalunya –entrenó a su selección y llamó Jordi a su hijo en homenaje al santo patrón catalán–. Encumbrado por méritos propios entre los «cinco grandes» de la historia del fútbol (comparte ese status con Pelé, Di Stefano, Maradona y Messi), Cruyff, que era capaz de jugar partidos de máxima exigencia del fútbol internacional y fumar más de 50 cigarrillos diarios, deja una huella que va mucho más lejos que sus goles o pases. Personificó el fútbol total, tanto en el remate como en la creación, en la aceleración y anticipación, en el regate y la visión. Bajaba a su área a buscar el balón, ahora aparecía por las bandas para luego desaparecer y reaparecer en el punto de penalti. Cruyff fue un visionario, un innovador que personificó el renacimiento de un fútbol bien jugado cuando el estilo del cattenacio italiano hacia escuela y la mentalidad defensiva primaba sobre el juego. Más allá del reparto de jugadores por líneas, introdujo conceptos revolucionarios en el juego. Para él, jugar al fútbol era muy simple, pero jugar un fútbol simple era el objetivo y la obra más difícil. Había un solo balón y poseerlo era la clave para atacar y defender. Este debía circular con rapidez, buscando continuamente la superioridad numérica y táctica, permitiendo así un ataque constante, por oleadas. Fue precursor de un estilo, ahora también conocido como el «tiki-taka», que llevó a la máxima expresión de la belleza. Caer defendiendo la visión propia Más allá de los goles, Johan Cruyff tenía dotes de líder, era un pensador punzante, con criterio propio. Dejó ideas y frases memorables que inspiraron al mundo del fútbol. En sus equipos, el portero siempre fue el primer delantero y el delantero centro, el primer defensa. Insistió con tenacidad que era mejor caer defendiendo la visión y las convicciones propias que hacerlo con otras ajenas. Como jugador y como entrenador, fue un hombre que creó escuela, que transmitió una filosofía inspiradora que otros han seguido cultivando. Delanteros holandeses míticos como Marco Van Basten, Patrick Kluivert, Ruud Van Nistelrooy o Denis Bergkamp así lo han reconocido. Entrenadores como Frank Rikjaard o Pep Guardiola opinan lo mismo. En definitiva, nos deja un maestro del fútbol, con un talento impresionante como futbolista. Y como entrenador, un filósofo de los grandes, brutalmente influyente, creador de un estilo de juego único. Descanse en paz.