EH Bildu y el Buen Gobierno

En la Sala del Nove del Palacio Comunal de Siena, en Italia, donde se reunía en el siglo XIV el consejo de los principales gobernantes de la ciudad, los hermanos Lorenzetti pintaron un conjunto de frescos que sirvieron como inspiración de la alegoría del Buen y el Mal Gobierno. Estos geniales artistas, que se adelantaron a su tiempo, dispusieron la escena de modo que el espectador, al entrar en la sala, pudiera ver primero los sinsabores del Mal Gobierno y al girarse viera, en contraposición, las virtudes del Buen Gobierno. Mientras a un lado se ven personificadas la tiranía, la corrupción y la soberbia, al otro lado aparecen la justicia, el respeto al bien común y la concordia. Es decir, casi todo lo que vemos últimamente en los informativos estaba ya inventado en pleno siglo XIV.

Me ha parecido que recientemente se cuestionaba que EH Bildu quiera gobernar. Quizás fuera de EH Bildu exista alguna duda sobre nuestras intenciones, en EH Bildu ninguna. Queremos gobernar. O dicho de otro modo, queremos gobiernos como instrumento –no como objetivo– para la construcción de poder popular. Queremos gobiernos para el cambio político y social en Euskal Herria. Queremos gobernar para avanzar en el desarrollo de la justicia social y para construir una Euskal Herria libre donde convivan personas libres. Sí, queremos gobiernos como contraposición a los vicios del Mal Gobierno, cuyas consecuencias sufren sobre todo las personas más castigadas de nuestra sociedad. Queremos aprender en el día a día cómo se hace el Buen Gobierno y EH Bildu está en ello. También de cara a las próximas elecciones autonómicas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Lo hemos dicho alto y claro: la próxima legislatura tiene que ser la de la soberanía, la que haga de unas instituciones subordinadas a las decisiones políticas del Gobierno de Madrid unas instituciones plenamente soberanas y, por tanto, capaces de atender y satisfacer todas las necesidades de todas las personas que viven en esta parte de Euskal Herria. EH Bildu está dispuesta a compartir el liderazgo institucional de ese recorrido, incluidas las responsabilidades de gobierno, con todas aquellas fuerzas políticas que compartan que los ejes principales de la nueva legislatura han de ser el derecho a decidir, todos los derechos sociales y laborales y las libertades democráticas de todos y todas las vascas de esta parte del país. Esa es nuestra apuesta, una apuesta sincera y honesta, cargada de ambición, pero hecha desde la humildad que da el ser consciente de que necesitaremos a otros, a otras, en ese camino y que, por tanto, tendremos que ser capaces de llegar a acuerdos.

Con ese ánimo y esa ilusión afrontamos en EH Bildu el reto de las próximas elecciones autonómicas. Dispuestos a todo y con ganas de ofrecer en todo momento nuestra mejor versión. Y no, no queremos hacer un nuevo gobierno contra nadie, ni contra el PNV, ni contra ninguna otra fuerza política del país. Lo nuestro no es un «quítate tú para ponerme yo», ni mucho menos. Queremos hacer un buen gobierno a favor de los sectores populares del país, de su clase trabajadora, de sus mujeres, de quienes han venido desde lejos buscando un futuro de dignidad. Y queremos hacer un buen gobierno con todas esas personas, porque si lo hacemos para ellas pero sin ellas, no será tan bueno.

Esa es nuestra invitación, más que al resto de formaciones políticas vascas, al conjunto de la ciudadanía del país. Y por último, sin querer ejercer de portavoz de portavoces, dejadnos a quienes en EH Bildu ejercemos como tal, ser no solo presos, sino también dueños de nuestras propias palabras, pero solo de ellas, no de lo que quiera entender cada cual.