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IKUSMIRA

Atención, amigo (o enemigo) conductor


Vaya por delante que no soy el conductor perfecto, pero el trayecto en coche desde el trabajo a casa, y viceversa, me está ayudando a comprobar lo pésima que es la gente al volante. Solo citaré algunas de las acciones más peligrosas que he visto estos meses.

En la GI-20 dirección Iruñea, exactamente en el punto donde se incorporan los que vienen desde los Hospitales, algunos conductores no entienden que deben ceder el paso para integrarse a la vía principal. Hace poco, una furgoneta incluso aceleró por mi derecha para incorporarse por delante mío. Lástima que no viese el fogonazo del rádar de 80 km/h que se encuentra a la salida del túnel de Aiete.

Hay otros ‘conductores’ que no mantienen la distancia de seguridad. Niñatos los llamo yo. Se pegan detrás de tu coche con el peligro que ello conlleva si hay un frenazo. Luego están los ‘internacionales’, como los vehículos con matrícula francesa, que cuando menos te lo esperas se te meten en tu carril sin avisar ni tiempo de reaccionar. O los postulantes a ingleses, que circulan por el carril de la izquierda sin dejar adelantarlos.

Tampoco se libran los ‘doctores’, esos motoristas que imitan a Valentino Rossi adelantando en zigzag por un único carril en ambos sentidos y que algún día tendrán que ser atendidos por esos profesionales de la medicina.

Para más inri, ahí están los radares móviles que, en lugar de seguridad, a veces lo que crean es mayor peligro al situarse misteriosamente escondidos ¡e incluso aparcados de cara al tráfico! Para divisar las imprudencias no estarán, no, pero para sacar tajada...