05 JUIN 2016 Entrevue JUAN MANUEL SÁNCHEZ GORDILLO ALCALDE DE MARINALEDA «El derecho a decidir debe ser un punto innegociable» Alcalde de Marinaleda, exparlamentario de IU y dirigente de la CUT y del SAT, Juan Manuel Sánchez Gordillo, que guarda equidistancia respecto a IU y Podemos, cree que para Unidos Podemos el derecho a decidir debe ser «innegociable». Mirari ISASI BILBO Sí, el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, referente de la lucha por la dignidad en Andalucía, es también poeta. Su primer libro, publicado «por casualidad» por el sello Atrapasueños, recoge algunas de sus poesías bajo el título “Las cárceles y otros poemas”. Su presentación en Bilbo, de la mano de Ezkerra-Berdeak, es la razón que le ha traído a Bilbo, pero no elude el análisis de la realidad política más inmediata. El juez ha procesado a los expresidentes andaluces Manuel Chávez y José Antonio Griñán por malversación. Se veía venir. Desgraciadamente, Andalucía ha sido el cortijo de un partido que se dice socialista, pero pertenece al sistema capitalista. ¿Cómo se puede llamar socialista o progresista y servir tan perrunamente al dinero y al mercado? Nos encontramos en una dictadura del mercado y los gobiernos son meros apéndices. Si te pones del lado del sistema capitalista haces lo que hacen los capitalistas, que es robar. El que es muy rico muy rico es que es muy ladrón. ¿Cree que tendrá consecuencias en la Junta de Andalucía o en el PSOE andaluz? El cainismo propio de la política y una señora acostumbrada a estar en el aparato del partido y a tener la navaja en la mano quitarán trascendencia a esa cuestión. El aparato del partido es suficientemente grande y estructurado en Andalucía, y tiene cerca a medios de comunicación, como para que no pase nada. La misma maldición que el PP es el PSOE y mientras no acabemos de verdad con el bipartidismo... No se puede decir que estamos contra el capitalismo, que hay que impedir que llegue la derecha franquista y retrógrada que es el PP mientras el PSOE nos sigue manteniendo en la OTAN, acepta los recortes que impone Bruselas, no reconoce el derecho de autodeterminación de los pueblos y juega a las mismas corruptelas que el PP. El PSOE es el manigero del capitalismo y puede darse la paradoja de que ahora, en nombre del cambio, de nuevo los capitalistas tengan un recambio, una alternancia, que no una alternativa. Eso me da pavor. PSOE y PP son dos caras de la misma moneda que sirven a un mismo amo. El PSOE rechaza hablar de corrupción argumentando que no ha habido enriquecimiento personal, pero ¿no es corrupción el clientelismo? Corrupción es corrupción y me parece que el gran corruptor es el sistema capitalista de producción. Ese sistema es una suerte de triquiñuela para engañar al otro y robarle, ya sea la plusvalía, el petróleo, los recursos naturales, su libertad, su derecho a ser persona o ser pueblo... Si queremos acabar con la corrupción tenemos que acabar con el capitalismo. El resto es mentira. Ha denunciado la marginación de Andalucía. ¿No cree que el sistema de peonadas es una discriminación positiva? Es un subsidio de desempleo creado en 1984, que es dinero público a cambio de no hacer nada y es un subsidio miserable que no da para vivir. No hay que mirar a Andalucía por el sistema de peonadas sino por la falta de desarrollo y porque los que reciben las subvenciones son los terratenientes. El jornalero es el último de los últimos y se le da una limosna ridícula para que no se rebele. La cuestión pendiente en Andalucía sigue siendo la reforma agraria y la soberanía alimentaria, no ese subsidio. Ha dicho que pactar con el PSOE hizo daño a IU en Andalucía. ¿No pasará lo mismo en el ámbito estatal si se da un eventual pacto entre Unidos Podemos y el PSOE? El pacto en Andalucía fue malo. Resucitó al PSOE, que estaba muerto. Desde la CUT (Candidatura Unitaria de los Trabajadores) dijimos a IU que era una barbaridad, que quien pacta con el diablo termina en el infierno. Ahora pienso lo mismo: quien pacte con el PSOE pacta con el sistema. Me da miedo cuando se rebajan tanto las posturas para facilitar ese acuerdo con el sistema. Hay que combatir al PSOE y combatir al PP. Si hay que estar en la oposición hay que estar en la calle, porque sin esta no hay cambio. Las instituciones son necesarias, pero no la solución. Últimamente ha sido crítico con la dirección de IU. ¿Cómo ve la elección de Alberto Garzón como secretario general? No he participado mucho. La CUT es equidistante tanto de IU como de Podemos. Nosotros planteamos que hay que construir un entorno claramente anticapitalista, andaluz, soberanista, defensor de la naturaleza y antisistema y, sobre todo, que crea en la utopía. Una izquierda sin utopía es una izquierda sin esperanza. La utopía es una sociedad sin clases, donde no haya frontera, en la que cada pueblo decida dónde quiere estar. El derecho de autodeterminación entendido como la capacidad de cada pueblo a decidir mediante referéndum libre y democrático la cantidad de soberanía que quiere ejercer debe ser un derecho imprescindible. Sin ese derecho no hay libertad para los pueblos ni para las personas. ¿Cómo valora la confluencia IU-Podemos? ¿Qué aporta además de una alianza electoral? ¿Debería ir más allá del 26J? Debería ir marcando con claridad qué quiere hacer y qué va a hacer para no romper esperanzas. Hay demasiada ambigüedad y muchas cosas no suficientemente determinadas. Sin querer tocar el orden establecido, y no hablo de la soberanía del pueblo andaluz o del vasco, ¿dónde está la soberanía de los estados? El imperialismo es el mayor ladrón de soberanía en la historia de la humanidad. Tenemos menos soberanía que nunca y tenemos que reclamarla. Si no somos soberanos para decidir sobre nuestros propios recursos, riqueza, capacidades, ¿cómo vamos a ser solidarios? La solidaridad y la soberanía o la lucha de clases y la soberanía son dos caras de la misma moneda. Hay que ir a la democracia directa y que cada día se decida lo que hay que hacer a través de referéndums o de otras vías, como internet, que consulten a la gente, sin trucos, qué quiere en cada momento. ¿Qué margen de maniobra cree que podría tener un eventual Gobierno de cambio atado de pies y manos por las decisiones adoptadas por el Ejecutivo español en funciones y las imposiciones de Bruselas? Muy poco. Tendrían que decir si van a romper con eso o no. Creo que hay que romper con ese estrecho margen que marca Bruselas. ¿Si nos sometemos a los dictámenes de Bruselas cómo vamos a sacar los recursos para atender a las necesidades de las personas y los pueblos? Esa rebelión es imprescindible. Frente a la Europa de los mercados, que es la de las multinacionales, hace falta una Europa de los pueblos. ¿Cómo queda el derecho a decidir en Unidos Podemos cuando Podemos insiste en su defensa pero lo aparca en Catalunya para evitar tensiones en su negociación con el PSOE o se abstiene en Gipuzkoa a la hora de apoyar las consultas impulsadas por Gure Esku Dago? No basta estar a favor del derecho a decidir solo de manera teórica. Debe ser un punto innegociable. Si vamos a cambiar la Constitución, habría que preguntar si la ciudadanía quiere monarquía o república, pero también a los pueblos en qué grado quieren estar dentro del Estado. Es un derecho indiscutible, inalienable. Se ha criminalizado durante mucho tiempo el nacionalismo, y en el caso de Andalucía se ha negado siempre, quizá porque es un nacionalismo de clase, no de la burguesía, y es peligroso. La lucha de clases y la lucha nacional son la misma lucha. Antes mencionaba la utopía. ¿Es Marinaleda un ejemplo? ¿Cómo está la situación? La crisis se nota y hay que mejorar la situación. Tenemos que avanzar mucho en el cooperativismo y en la venta de productos en el mercado nacional e internacional. Es una batalla continua. No se permite la diferencia por muy pequeña que sea y tenemos que defenderla con uñas y dientes. Debería haber otro modelo de relaciones comerciales. No permiten formas de avanzar que supongan un cambio en las leyes de mercado. El cambio debe ser político pero también económico. No habrá democracia política sin democracia económica. ¿Es trasladable el modelo de Marinaleda a toda Andalucía? Es trasladable a cualquier parte del mundo. Hace falta voluntad política. En cualquier sitio los cargos públicos pueden ganar lo mismo que el resto y tener el mismo nivel de vida, se pueden buscar maneras de participación directa, de controlar medios de producción fundamentales como la energía, la tierra y el agua. Siempre se ha considerado Marinaleda un modelo utópico. ¿La izquierda debe ser utópica? La izquierda es utópica o no es izquierda. Aspira a lo imposible o no es izquierda. Imposible es que todo el mundo tenga una vivienda, un trabajo, derecho a un médico, que pueda comer y beber, acabar con el hambre, que todo el mundo pueda vivir... Todo esto es posible cambiar. Es una gran mentira que no se pueda hacer. Del ser humano que tiene voz y se la prohíben La faceta de poeta de Juan Manuel Sánchez Gordillo era desconocida hasta ahora cuando al editor de “La utopía se conquista”, una especie de ensayo que esté escribiendo sobre temas que le preocupan, se le ocurrió publicar las poesías incluidas en cada capítulo. Pero escribe, como «desahogo», desde los 15 ó 16 años y tengo miles de poemas. Textos de lucha, subversión y rebelión que reflejan sus preocupaciones políticas o sociales y que hablan del ser humano, «que tiene voz pero se la prohíben, tiene hambre pero no puede comer, quiere paz pero le disparan por la espalda para conseguir petróleo barato...». Sus referentes son poetas comprometidos como Miguel Hernández, Federico García Lorca, Blas de Otero o Gabriel Celaya, autores de obras más políticas. «Todo es política y todo es una opción. La neutralidad es complicidad», dice Sánchez Gordillo, quien asegura que «no se puede escribir un soneto sobre una flor mientras un niño muere en una playa y esa noticia se difumina y se convierte en algo natural». Cree que «hay un fascismo del siglo XXI, en el que prima el desprecio total a la persona y que el único dios sea el dinero» y, por eso, reclama dar un golpe fuerte para que «se oiga el grito de una humanidad absolutamente maltratada y desecha».M.I. SERVIL «Lo de Chávez y Griñán se veía venir ¿Cómo se puede llamar socialista o progresista un partido y servir tan perrunamente al dinero y al mercado?» BIPARTIDISMO «La misma maldición que el PP es el PSOE y mientras no acabemos de verdad con el bipartidismo...»