29 JUIN 2016 GRAN BRETAÑA DECIDE SALIR DE LA UE Los líderes de la UE niegan al Reino Unido una separación «a la carta» Los líderes de la Unión Europea advirtieron ayer al todavía primer ministro británico, David Cameron, de que no habrá un Brexit «a la carta» y pidieron a Londres claridad e iniciar el proceso con rapidez. Cameron aseguró que no hay vuelta atrás a la salida de Reino Unido del bloque, pero confió en que la separación sea «constructiva». GARA bruselas Los líderes de la Unión Europea (UE) instaron ayer al Reino Unido a asumir el Brexit e iniciar con la mayor rapidez, sin negociación «a la carta», el proceso para la salida del club de los Veintiocho. Un divorcio rápido e indoloro. Cinco días después del referendo en el que el 52% de los británicos votaron por salir de la UE, Londres esperaba iniciar un procedimiento «de la manera más constructiva posible» y mantener «una relación lo más cercana posible en términos de comercio, cooperación y seguridad» una vez que se materialice la separación. A su llegada a la reunión del Consejo Europeo en Bruselas con el resto de líderes del bloque, Cameron señaló que «no es porque estamos saliendo de la UE que damos la espalda a Europa, esos países son vecinos, amigos, aliados y socios». La UE espera que el Gobierno británico invoque lo «antes posible» el artículo 50 del tratado europeo que da un plazo de dos años para negociar la ruptura. Así se lo hicieron saber ayer los líderes europeos, que le advirtieron de que no recibirá un trato especial, y no por que la Unión no se haya construido «a la carta» y no solo en el caso del Reino Unido. Al llegar a Bruselas, la canciller alemana, Angela Merkel, repitió que esperaba una notificación formal del Gobierno británico para empezar una negociación, descartando que hubiera antes de ello negociaciones informales. Merkel había advertido por la mañana de que Londres no puede esperar una «selección a la carta» en el proceso de negociación, es decir, que los británicos no pueden esperar mantener privilegios de la UE sin compartir obligaciones. El presidente francés, François Hollande, respaldó esa postura e insistió, como lo hizo junto a Merkel y el italiano Matteo Renzi el lunes, en que debían «iniciar lo más rápidamente posible el procedimiento de salida (...) para luego empezar las negociaciones». «Sin notificación no hay negociación», zanjó por la mañana ante el pleno de la Eurocámara el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que prohibió además a los comisarios europeos «discutir con los representantes británicos» y llevar a cabo cualquier «negociación secreta». «Europa está lista para iniciar el proceso de divorcio desde hoy mismo, sin ningún entusiasmo como pueden imaginar», insistió el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Cameron dijo que no dará este paso y que la tarea de negociar la salida recaerá en su sucesor, que está previsto llegue a Downing Street en setiembre. Privilegios y obligaciones Londres aseguró que la economía británica «está preparada» para afrontar el periodo de crisis. Ayer, Merkel afirmó que la UE también. El bloque «es lo suficientemente fuerte para superar la salida del Reino Unido y lo suficientemente fuerte para seguir adelante incluso con 27 miembros», aseguró la canciller. En una declaración de Gobierno previa ante el Bundestag (Cámara Baja), Merkel recordó a Londres que para mantener los «privilegios» de acceder al mercado único debe permitir la libre circulación de ciudadanos comunitarios, echando por tierra una tesis clave para los defensores del Brexit. Destacó que para el Reino Unido habrá «una diferencia palpable» entre ser y no ser miembro de la UE. «El acceso libre al mercado común lo logra aquel que acepta las cuatro libertades fundamentales europeas: la de las personas, los bienes, los servicios y el capital», afirmó. «Quien se quiere ir de esta familia no puede esperar que las obligaciones desaparezcan y que se mantengan los privilegios», sostuvo. La canciller trató así de desmontar un argumento clave de quienes en el Reino Unido han propugnado por abandonar la UE y que contaba con seguir manteniendo con el bloque los vínculos comerciales y restringiendo el acceso a territorio británico a los ciudadanos comunitarios. Durante el tenso pleno en la Eurocámara, cargado de aplausos y abucheos, el líder del ultraderechista y xenófobo UKIP, Nigel Farage, advirtió de que el Reino Unido no va a ser el último estado en abandonar la UE y pidió un acuerdo «sensato» y «libre de aranceles», y argumentó que «sin acuerdo, la UE perdería más que el Reino Unido». Pero no todos los líderes europeos tienen prisa porque el Reino Unido inicie cuanto antes el proceso de salida de la UE. «Dejémosles un poco de tiempo. Inglaterra se encuentra hundida en el plano político, monetario, constitucional y económico, por lo que no es razonable actualmente que invoquen el artículo 50», dijo el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, cuyo país preside la UE. Hoy, en el segundo día de la cumbre, los mandatarios se reunirán alrededor de la mesa sin David Cameron, dando una primera imagen de lo que será el futuro de la Unión Europea sin el Reino Unido. Sturgeon defenderá en Bruselas la permanencia de Escocia La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, viajará hoy a Bruselas «decidida» a defender, con la vista puesta en la independencia, la permanencia del país en la UE. Se reunirá con el presidente de la Comisión Europea y líderes del Parlamento Europeo. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que por ahora no recibirá a Sturgeon porque «no es el momento adecuado» dada la situación de crisis en el Reino Unido. «Visitaré Bruselas para exponer la posición e intereses de Escocia», dijo Sturgeon ante el Parlamento escocés. «Mientras dure todo esto –sostuvo– estoy absolutamente decidida a proteger las relaciones de Escocia con la UE (…) Es vital aprovechar todas las oportunidades que tengamos para garantizar que la voz de Escocia sea escuchada».GARA SADIQ KHANEl alcalde de Londres, Sadiq Khan, reclamó ayer un «lugar» en la mesa de negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, al tiempo que reclamó «más autonomía» y la devolución de competencias por parte del Gobierno británico.