FRENTE A LA XENOFOBIA, LA SOCIEDAD AVENTAJA AL GOBIERNO
Organizaciones antifascistas del Reino Unido preparan un plan para luchar contra el aumento de ataques xenófobos y racistas, que han experimentado un repunte tras el resultado del referéndum sobre el Brexit.
Siempre han existido incidentes racistas en el Reino Unido, desde ataques verbales hasta criminales». Alan Anstead sabe de lo que habla. Ha trabajado en el Departamento británico de Exteriores para Asuntos de la Commonwealth, ha sido embajador adjunto en Letonia, consultor del Gobierno de Polonia y ha participado en varios proyectos en el Centro Europeo de Derechos Romaníes en Budapest. Ahora es coordinador de UKREN UK, una red que integra a asociaciones locales y nacionales de Gran Bretaña y el norte de Irlanda que se dedican a combatir la discriminación racial en Europa.
Normalmente la Policía de Reino Unido contabiliza unas 35.000 denuncias racistas al año, que aumentan hasta 230.000 anuales si atendemos a las cifras del Gobierno, que incluyen las denuncias en otro tipo de organizaciones. Sin embargo, es un hecho que el resultado del referéndum del 23 de junio ha disparado este tipo de agresiones, la mayoría verbales y contra propiedades. Según reconoce Anstead a GARA, «los resultados de la consulta, alimentados por el discurso antiextranjero de algunos políticos y medios de comunicación, han provocado un estallido de mensajes de odio de personas racistas que ahora se han visto legitimadas». Por tanto, prosigue, «no es que tras el Brexit existan más personas racistas en el Reino Unido, sino que algo se ha hecho mal cuando esas personas han visto legitimadas sus ideas».
Lo mismo piensa Rose Simkins, directora ejecutiva de la ONG Stop Hate UK, quien asegura que «ciertos segmentos del público creen ahora que el voto por el Brexit implica libertad para perpetrar ataques xenófobos».
Muchas de las personas que se han puesto en contacto con la organización han expresado su preocupación y aseguran que «existe un sentimiento de inseguridad entre la población extranjera ante la proliferación de este tipo de ataques».
El sitio web de la Policía del Reino Unido “True Vision” ha contabilizado un incremento de cerca de un 55% en los crímenes racistas con respecto al mismo período del año pasado. La comunidad polaca, la segunda en número de habitantes en el Reino Unido por detrás de la india, está siendo especialmente objeto de estos ataques, con pintadas en el Centro Cultural Polaco de Hammersmith (al oeste de Londres), con ataques con purines a buzones de familias polacas o con carteles en los que se insta a abandonar el país. Incluso el primer ministro, David Cameron, se puso en contacto con la primera ministra polaca, Beata Syzlo, para expresarle su preocupación por este repunte de ataques xenófobos y, posteriormente, anunció ante el Parlamento de Westminster que el Gobierno prepara la publicación de un plan de acción contra este tipo de manifestaciones.
¿Existe algún perfil de la persona racista en el Reino Unido? Alan Anstead advierte del peligro de generalizar. «Es cierto que algunos estudios (Runnymede Trust , Future for Britain...) demuestran que las personas más jóvenes que han acudido a la universidad y han vivido en grandes ciudades son más propensas defender la libre circulación de personas y a acoger a las comunidades de refugiados. De la misma manera que las personas mayores de las zonas rurales (con poca relación con los extranjeros ) son más propensas a estar en contra de la inmigración. Pero, por supuesto, la gran mayoría que votó por el Brexit no son racistas. Solo unos pocos», puntualiza.
Plan de acción
Pero es necesario actuar rápido. Adelantándose al plan del Gobierno de Cameron (del que, de momento, no se conocen detalles), las organizaciones que luchan contra el racismo y la xenofobia en el Reino Unido han ideado un plan propio de acción a nivel de todo el territorio para calmar tensiones. Una campaña que se espera dure todo el verano e incluye un centenar de actos, charlas y reparto de folletos solidarios en los puntos con más tensiones del territorio.
Según ha insistido recientemente en varios diarios Nick Stevens, portavoz de la ONG antifascista Hop Not Hate, «este tipo de propaganda antifascista es necesaria en todo el país, pero sobre todo en las zonas en las que el mensaje antiinmigración propagado por el líder del UKIP Nigel Farage ha ganado fuerza». Un ejemplo es Rotterham, en South Yorkshire, donde dos tercios de la población votaron a favor del Brexit y donde en el último año y medio se han registrado más de una decena de manifestaciones de grupos de ultraderecha. En Londres, la Policía ha recibido órdenes de mantenerse especialmente alerta contra la proliferación de este tipo de delitos y las ONG realizan estos días iniciativas como el reparto de pasquines en las salidas del metro con mensajes a favor de la integración racial.
Asimismo, se hace hincapié en cómo denunciar este tipo de crímenes. «Si hay peligro de agresión física, jamás hay que enfrentarse al agresor. Pero sí hay que denunciarlo a la Policía (se puede hacer por Internet, a través de la web http://www.report-it.org.uk/home) y también se recomienda ponerlo en conocimiento de las organizaciones antixenófobas. Si no existe peligro de agresión, se puede intentar razonar, preguntando el porqué de ese comportamiento» . Y lo mismo se aconseja a los testigos, añade Anstead, «sobre todo si la víctima parece vulnerable. Hay que ayudarles o llamar a la Policía inmediatamente si hay un peligro de asalto».
En las redes sociales también se han desarrollado varias acciones para expresar la desaprobación ante este tipo de agresiones y para expresar la solidaridad con la comunidad inmigrante en el Reino Unido. Numerosos videos con algunos de los ataques verbales a inmigrantes navegan por las redes a modo de crítica, y la comunidad de usuarios de Twitter y Facebook expresa su desagrado con varias iniciativas. La más extendida, #safetypin, que consiste en colocarse un imperdible en la solapa, fotografiarlo y subirlo a la red como muestra de apoyo.