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IKUSMIRA

Ya falta menos, mucho menos


Ya es 15 de julio. Se han acabado los sanfermines 2016. Y repasando lo recogido en los medios, parece que Iruñea ha sido el centro mundial de las agresiones sexuales. Sin embargo, diría que la capital navarra lo que ha logrado es ser la capital del rechazo y la respuesta frente a las agresiones machistas.

Desde el día 5 de julio, donde la movilización de las Farrukas congregó a miles de personas en Alde Zaharra, pasando por la multitudinaria concentración del día 7 en la plaza del Ayuntamiento y con la última gran demostración de fuerza el pasado lunes, cuando la plaza del Castillo se quedó pequeña.

Los medios se han hecho eco tanto de las agresiones como de estas respuestas, pero ni mucho menos se ha profundizado en las causas y efectos de unas y otras. Pese a ello, las agresiones no han aumentado. Lo que ha crecido ha sido la respuesta pública y las denuncias. ¿En qué ciudad del mundo se ha detenido a más del 80% de los presuntos autores en menos de una semana? La política de transparencia del Ayuntamiento de Iruñea podía reflejar un crecimiento de los ataques, sin embargo, junto al difícil paso de denuncia de las víctimas, ha logrado enviar un claro mensaje a los agresores: se acabó la impunidad.

Cierto es que mientras se mantenga el asentado sistema patriarcal será difícil acabar con estos ataques tanto en fiestas como fuera de ellas, pero el movimiento feminista ha logrado dar importantes pasos y colocar las agresiones en el centro de la agenda. Ya falta menos para acabar con esta lacra, mucho menos.