06 SEPT. 2016 IKUSMIRA O cambiamos de rumbo, o no tendremos futuro Juanjo Basterra Periodista El poder con la complicidad de los actuales gobiernos ha instaurado el estado del miedo y de la necesidad. Nos ha individualizado y la respuesta colectiva, siempre la más eficaz, cada vez está más desgajada y algunos la han escondido en el baúl de la historia de la clase trabajadora. Hace unos meses algunos líderes sindicales anunciaban que si la situación no mejora, el estallido social no se haría esperar. Pero la chispa parece no encenderse. Nos machacan con los debates políticos en tertulias de radio y televisión, en el Congreso, en todos los lugares donde pueden, pero no se mueve una coma. Muchas pretensiones, que no llegan a nada. Nos entretienen, nada más. No dan soluciones ni salidas que no sean otras que abonarse a esta situación que sirven al poder para mostrar reducciones de la tasa de paro y hacer promesas de mayores caídas. No se fijan en la calidad de los contratos ni en las personas. La realidad es que en Hego Euskal Herria en agosto había 75.000 parados más que al inicio de la crisis en 2008 y, aunque se habían firmado 56.266 contratos más, el modelo precario actual se los comió. En el mes pasado se firmaron 13.449 contratos indefinidos menos y se despidieron 11.000 cotizantes. Desde el inicio de la crisis han despedido a 173.000 trabajadores fijos, la mayor destrucción de los últimos 40 años. Así, en la CAV las personas en riesgo de pobreza han aumentado en un 27,1% desde 2008 a 2014 y, además, la población en pobreza real ha crecido en ese período un 44,8%. O cambiamos de rumbo, o no tendremos futuro.