GARA Euskal Herriko egunkaria

Expertos europeos certifican el relato de torturas de Txapartegi

Dos expertos europeos se suman a la larga lista de personalidades que constatan que la práctica de la tortura ha sido algo habitual en el Estado español. En concreto se trata de Jean-Pierre Restellini, médico forense que formó parte del Consejo de Europa, y de Gerald Staberock, secretario general de la Organización Mundial contra la Tortura.


El caso de la extradición de Nekane Txapartegi, arrestada en Suiza en abril de 2015 y pendiente de que la justicia helvética responda a la solicitud de entrega formulada por las autoridades españolas, está poniendo sobre la mesa las prácticas de tortura realizadas por la Guardia Civil en el Estado. Recientemente, dos expertos europeos han dado total verosimilitud a las denuncias de la refugiada vasca, remarcando que no se trata de un caso aislado sino que durante muchos años el maltrato en la incomunicación ha sido habitual en las comisarías españolas. En concreto, se trata de Jean-Pierre Restellini, médico forense, antiguo miembro del Consejo de Europa y expresidente de la Comisión Suiza para la Prevención de la Tortura y Gerald Staberock, secretario general de la Organización Mundial contra la Tortura. Ambos han realizado declaraciones al diario suizo ‘‘Le Temps’’ dando credibilidad a Txapartegi y advirtiendo sobre el trato sufrido por los detenidos por el Instituto Armado.

«La Guardia Civil española es conocida por sus prácticas más que musculosas. La tortura de esta joven mujer, por desgracia, genera pocas dudas. La bolsa en la cabeza, los electrodos y la violencia sexual eran una práctica habitual», argumentó el experto, que en los años 90 del siglo XX realizó diversas visitas al Estado español para conocer la situación de sus prisiones.

No es el único que ha alzado su voz y ha mostrado su preocupación por la situación de Txapartegi. «El problema de este asunto es que existe un fuerte riesgo de que la condena del Estado español contra Txapartegi se haya basado únicamente en pruebas obtenidas bajo tortura. Si este fuese el caso, Suiza no podría extraditarle, ya que sería contrario al derecho internacional y al artículo 6 de la Convención de la Corte Europea de los Derechos del Hombre», advirtió Gerald Staberock, secretario general de la Organización Mundial contra la Tortura.

Sin explicaciones

El caso de Txapartegi está en su recta final. Los jueces que decidirán si la refugiada vasca es entregada al Estado o puede permanecer en territorio suizo tienen ya sobre la mesa tanto las alegaciones de Madrid como los recursos de la defensa de la asteasuarra. Ha resultado remarcable la posición de los representantes del Gobierno español, que han ocultado información a los magistrados y entregados datos falseados para maquillar la práctica de la tortura en sus comisarías.

Otra cuestión que el Estado no ha aclarado es qué hacían tres agentes españoles en territorio suizo persiguiendo a Txapartegi en enero de 2015, año y medio antes de que la refugiada vasca fuese arrestada. Según constató GARA, las autoridades helvéticas no tenían constancia de la presencia de estos policías, lo que podría constituir un delito en el país europeo. Interrogado por los jueces suizos, el Ministerio del Interior lanzó evasivas, argumentando que la Policía española no tenía nada que ver, pero sin dar datos sobre Guardia Civil o CNI, que suelen operar en este tipo de casos.

La pelea ahora mismo está en los juzgados y la clave se halla en que los togados suizos den credibilidad al testimonio de Txapartegi. Tras ser arrestada en 1999, la asteasuarra denunció haber sufrido terribles tormentos que incluyeron abusos sexuales. Presentó denuncia tanto en Gipuzkoa como en Madrid, pero en ambos casos la querella fue archivada sin tomar siquiera declaración a los guardias civiles implicados.