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CICLismo

Peter Sagan revalida su título mundial en Doha

Bélgica e Italia formaron un abanico a 170 kilómetros de meta que redujo el primer grupo a 26 ciclistas.


Peter Sagan se convirtió ayer en Doha en el sexto corredor que gana dos Mundiales de fondo en carretera consecutivos tras imponerse al sprint en el grupo reducido que entró en el abanico provocado por Bélgica e Italia. Solo 26 corredores quedaron con opciones de disputar la carrera a 170 kilómetros de meta y el eslovaco fue el beneficiado al reducir la nómina de sprinters y superar a Cavendish y Boonen, que completaron el podio.

La carrera estaba llamada a dirimirse al sprint porque el circuito final no presentaba ninguna posibilidad para romper ese guion, pero Bélgica e Italia aprovecharon la parte inicial en la carretera abierta del desierto. A 170 kilómetros de meta, en una zona de viento qatarí, comenzaron los abanicos y uno de los favoritos, el colombiano Gaviria, quedó eliminado al sufrir una caída. Fruto de esa batalla quedaron por delante 22 corredores que se unieron a los cua- tro –Berhane (Eritrea), El Abdia (Marruecos), Roth (Canadá) y Dougall (Sudáfrica)– que formaron parte de una fuga inicial que tuvo once minutos de ventaja y lograron aguantar el ritmo del grupo hasta el circuito.

Peter Sagan destacaba tras la victoria que fue el último en entrar en el abanico y Greipel, que estaba dentro, cedió y con él se quedaron en el desierto todas las opciones de la selección alemana, que presentaba tres buenos sprinters para el circuito final con él, Kittel y Degenkolb.

La selección belga metió seis corredores –Keukeleire, Naesen. Stuyven, Van Avermaet, Boonen y Roelandts–, la italiana a cuatro –Bennati, Viviani, Nizzolo y Guarnieri–, la noruega a Boasson Hagen, Korsaeth y Kristoff, la británica a Blythe y Cavendish, la eslovaca a Sagan y Kolar, la australiana a Hayman y Matthews, la holandesa a Terpstra y Leezer y la francesa a Bonnet.

Las selecciones alemana, española y francesa fueron las derrotadas al colocar entre las tres solo a un corredor en el grupo cabecero y no pudieron reaccionar al ataque lejano. Imanol Erviti fue el único de los seleccionados por Mínguez que terminó en el puesto 33º a 5:26 en el segundo grupo, que nunca tuvo opciones de atrapar al primero.

Por eso la carrera se decidió entre los 26, entre los que la selección belga hizo la mayor parte del trabajo con Keukeleire, Naesen y Stuyven, que fueron los que se sacrificaron. Solo los holandeses Terpstra y Leezer lo intentaron en los últimos kilómetros, pero Roelandts anuló la última tentativa en el kilómetro final. Cavendish quiso seguir la rueda de Sagan en el sprint y el eslovaco encontró un resquicio entre Nizzolo, que no le cerró, y la valla y el manés se quedó sin espacio y tuvo que dejar de pedalear, buscar otro hueco y eso le impidió disputar la victoria.

«Quería sprintar tarde»

Tras su victoria, Peter Sagan manifestó que «estoy muy contento porque en el punto decisivo he sido el último que he podido entrar. En el sprint he tenido suerte de que Nizzolo no me ha cerrado. Quería sprintar tarde porque había viento de cara y todo salió bien. Dedico la victoria a los aficionados que han venido, a mi familia, a mi hermano Jura, que se ha sacrificado en la parte inicial para darme agua, y a Kolar por el gran trabajo realizado en todo momento».