GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Excesos


La entrega final de esta temporada de la serie de Antena 3 “Velvet” estuvo repleta de excesos. De toda índole. Algunos se pueden considerar como aciertos, como experiencia televisiva, como prueba conseguida de forzar equipos técnicos, artísticos y de producción. Una suerte, con perdón, de “El Hormiguero”, pero con toda la parafernalia espacial que requería la serie y la escena final de la boda de los protagonistas. Excesos que se pueden ejemplarizar en el alquiler de un equipo de cámaras francés para la ocasión, la necesidad de tener micrófonos y por lo tanto un sofisticado, caro y con un equipo humano grande para que el sonido fuera solvente. Es decir una gran inversión.

Quizás lo mejor de la experiencia sea el que en esa escena de casi diez minutos que se emitió en directo, mezclada con lo previamente garbado, el equipo artístico tuvo que hilar muy fino, maquilladoras, attrezzistas, vestuaristas, decoradoras, la dirección y la realización, pero también, y de manera primordial, el quipo actoral, No se podían permitir tomas falsas. No había marcha atrás. Fue, por así decirlo, teatro emitido en vivo. Tuvo una buena acogida, marcó récord de audiencia y la duda es si este esfuerzo, este exceso fue el motivo de que aumentara el número de telespectadores respecto a entregas anteriores que ya era líder, si alguien de la audiencia se enteró de lo que sucedía, si notó ese salto cualitativo. Porque de ser así, quizás se haya abierto una nueva etapa, una vuelta atrás, pero que sería hoy en día con toda la tecnología existente una opción. La emisión de series de situación en directo.

Para mí, el exceso, fue un extra. No aportó mucho narrativamente más allá del vértigo, pero a la vez, se puede considerar un éxito, se logró hacer con calidad y abre muchas posibilidades. Un bendito exceso por su intención de reto artístico.