El músico blanco que admiraba el soul afroamericano

La década de los ochenta en Gran Bretaña viene marcada por la recesión del punk y la llegada de un movimiento musical fuerte que retoma el soul estadounidense para colorearlo de pop pegadizo y bailable. Entre la pléyade de propuestas sugerentes y festivas, una de ellas es del dúo Wham!, compuesto por su amigo de la escuela Andrew Ridgeley (activista defensor del medio ambiente, surfista, compositor bajo diversos seudónimos, empresario... y simple viajero en bici) y George Michael, quien con el paso de los años demuestra ser el cerebro del dúo, cualidades que le llevan a iniciar su carrera en solitario a partir de 1987, en búsqueda de un público más adulto.

Atrás deja canciones como: “Careless whisper”, con un saxo dulce y melódico que recuerda la entrada del éxito del fallecido Jerry Raferty «Baker Street», además de otras canciones sin excesiva malicia musical, pero repletas de sonidos bailables como la funky “Wham rap! (enjoy what you do?)”, donde extrae la mejor música soul-funk negra del estilo imparable de Sly and the Family Stone, Earth Wind & Fire, Chick o Michael Jackson. Wham!, que llega a vender más de veinte millones de discos, alcanza el éxito en ese primer lustro de los ochenta, a tal punto que es la primera banda occidental de éxito en actuar en China, 1985.

Carrera en solitario

George Michael comienza su carrera en solitario con el álbum “Faith”, verano de 1987. Estrena nueva imagen, más dura, con barba de varios días, gafas, pendientes y canciones como “I want your sex”, que es un éxito contundente a pesar de resultar censurada por la mayoría de emisoras y televisiones de Gran Bretaña y Estados Unidos con su acostumbrada mojigatería. El single “Faith” vuelve a ser un éxito, pero arreglos de corte rockanrolero puntuales muestran que el británico es capaz de manejarse en variados territorios, además de tomar el control casi absoluto de su música, ya que compone, produce y toca varios instrumentos. Lo que tiene más complicado es luchar contra su discográfica, la totalitaria Sony, con la que entra en disputa, pero esta consigue con el británico no pueda grabar un disco en cinco años.

George Michael no abandona su soul dance ni su funk. Compone, produce y toca varios instrumentos. No obstante, también muestra que puede crear canciones como “Freedom! ’90” (con Wham! grabó “Freedom”, composición que no tiene nada que ver), un tema que a ritmo soft-rock-soul-funk recuerda el “Sympathy for the devil” de los Rolling Stones. El clip también fue notorio al aparecer junto a modelos como Linda Evangelista, Naomi Campbell, Christy Turlington, Cindy Crawford y Tatjana Patitz.

Del éxito al descontrol

A finales de la década de los 90, su carrera musical comienza a verse eclipsada por diversas turbulencias que saltaron a las primeras páginas de los periódicos. En 1998 es detenido en Beverly Hills (California) por «realizar actos obscenos» en un baño público situado en un parque y donde un policía de incógnito le propone sexo. El incidente le lleva a declarar abiertamente que es gay y dar a conocer su relación con el estadounidense Kenny Goss. Poco después, Michael lanza el video “Outside”, basado en el asunto de los urinarios. Marcelo Rodríguez, el agente de policía, lo denuncia ante el Tribunal de California en 1999 alegando que el video se mofaba de él, pero tras dos sentencias, el autor queda exento de culpa.

Michael vuelve a protagonizar portadas de periódico cuando en 2006 es detenido por la Policía londinense dormido al volante de su BMW en estado de embriaguez, supuestamente agravado por consumo de cannabis. En 2008 anuncia su intención de dejar de dar conciertos y alejarse de la luz pública, pero tan solo un mes después vuelve a estar de nuevo en el foco mediático, al ser detenido por posesión de cocaína y otras sustancias. En 2010, es condenado a ocho semanas de prisión por un incidente en el que estrella su Range Rover contra una tienda en el norte de Londres.

Un año después, anuncia oficialmente el final de su problemática relación de 15 años con Goss.

Durante la última década de su vida le persiguen diversos problemas de salud. Está al borde de la muerte en 2011 debido a una neumonía por la que le deben practicar una traqueotomía.

Vuelve a estar ingresado 18 meses después por una lesión en la cabeza provocada durante un extraño incidente en una autopista británica en el que cayó del vehículo en el que circulaba.

Tras su fallecimiento, y tal y como suele suceder en estos casos, numerosos artistas han compartido en las redes su asombro por el deceso al tiempo que reconocían su valía.