27 DéC. 2016 PNV y PSE adjudican hoy entre protestas el millonario contrato de la incineradora El proyecto de incineradora en Zubieta parado por la mayoría de EH Bildu en 2013 será relanzado hoy por PNV y PSE con una adjudicación aún más polémica. A las protestas por las afecciones medioambientales y sobre la salud humana se suman las económicas, ya que hipotecará las arcas guipuzcoanas durante 35 años. Dernière mise à jour : 27 DéC. 2016 - 06:41h R.S. DONOSTIA Salvo que algún acontecimiento de última hora cambie el guión (por ejemplo el recurso pendiente ante los tribunales y que al parecer no se resolvió ayer), el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa –dominado ahora por PNV y PSE– aprobará hoy la adjudicación de la incineradora de Zubieta. En el corto plazo, supondría dar luz verde al inicio de las obras, que se acometerían en no más allá de cuatro meses. Y en el largo plazo, condicionar tremendamente los presupuestos de Gipuzkoa hasta 2051 –nada menos que en las próximas nueve legislaturas–, toda vez que se estima que las arcas públicas pagarán cada año unos 31 millones de euros a la concesionaria por la obra y por su gestión posterior. Esto acabará sumando por tanto más de 1.000 millones de euros, multiplicando casi por cinco lo que cuesta la infraestructura en sí. A tenor del cronograma de la jornada de hoy, la mayoría PNV-PSE pretende despachar el asunto como un mero trámite sin apenas discusión. La asamblea del Consorcio ha sido convocada para las 10.30 y apenas una hora después se anuncia una comparecencia conjunta del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y del titular de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, para dar cuenta del resultado. No hay margen a sorpresas en cuanto a la licitación. Según se adelantó hace dos semanas, la Mesa de Contratación ha situado en primer lugar de las tres aspirantes a la UTE liderada por Urbaser (hasta hace poco filial de la ACS de Florentino Pérez) y en la que participan constructoras guipuzcoanas Altuna y Uria, Moyua y Murias, así como la ingeniería LKS y una empresa francesa llamada Meridiam Investiments. Esta UTE se compromete a terminar los trabajos en 26 meses, con lo que responde al objetivo básico del tándem PNV-PSE, que es hacer irreversible la incineradora –esta vez sí por la vía de hecho– antes de que concluya la legislatura. Dos citas de respuesta Los colectivos críticos son igualmente conscientes de la importancia de la jornada. A las 10.45 se anuncia una rueda de prensa del colectivo GuraSOS, creado en la primavera pasada y que incide en los riesgos de la incineradora para la salud humana. Y a las 12.00 se llevará a cabo una concentración en la Plaza Gipuzkoa (que es donde se reúne el Consorcio de Residuos), alentada por GuraSOS y la Plataforma Anti-Incineración de Gipuzkoa, con apoyo también de partidos y sindicatos. GuraSOS estuvo pendiente toda la jornada de ayer del recurso presentado ante un tribunal de Donostia para intentar detener esta adjudicación con carácter cautelar. Y es que está pendiente una resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco sobre recursos de varios ayuntamientos que inciden en que el permiso ambiental para una incineradora en Zubieta ya está caducado. No consta que hubiera resolución, aunque también podría producirse a primera hora de hoy martes. Mientras, GuraSOS está celebrando una ronda de reuniones con diferentes agentes, y precisamente ayer tenía concertado cruzar impresiones con el PP de Gipuzkoa. La salud y el dinero LAB se suma a la concentración de la Plaza Gipuzkoa con un mensaje que incide precisamente en la cuestión de las afecciones a la salud: «La incineradora multiplica los riesgos de cáncer entre los ciudadanos que viven cerca de la incineradora y también de los trabajadores de la misma», asegura en una nota. Añade como argumento que no debe aceptarse que «los intereses privados y económicos de unos pocos se antepongan ante el bienestar y los derechos de la mayoría social», al tiempo que apuesta por «reducir la producción de residuos, reciclar y reutilizar». A 24 horas de esta reunión decisiva, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu, Ezker Anitza-IU y Equo comparecieron juntos en Juntas de Gipuzkoa para reiterar la «mano tendida» a un debate en profundidad y con serenidad sobre la cuestión de los residuos, convertida en campo de batalla política incesante de una década a esta parte. Se mostraron convencidos de que «más tarde o más temprano el Gobierno PNV-PSE del señor Olano se va a tener que sentar en una mesa para dialogar y acordar. Y la paralización de la adjudicación de la incineradora sería un buen síntoma de que el diálogo y el acuerdo son posibles». Estas cuatro fuerzas incluyeron en su rechazo la cuestión económica. Iban Asenjo (EH Bildu) y Arantza González (Ezker Anitza-IU) destacaron la hipoteca para las cuentas públicas guipuzcoanas que acarrea este macroproyecto para los próximos 35 años, tras la privatización a la que han abocado la enorme deuda del Consorcio y la reforma que la adscribió a la Diputación, con lo quedaba sujeta a los requisitos de techo de gasto. Recordaron junto a ello que los municipios también se verán afectados económicamente porque si la adjudicación sigue adelante «tendrían obligación de pagar su cuota fija a la incineradora incluso si encuentran otras soluciones más económicas y sostenibles para la gestión de sus residuos». En consecuencia, estas cuatro fuerzas explicaron que acudirán a la movilización prevista para hoy y llamaron a la ciudadanía a hacer otro tanto. En diversas localidades de la zona afectada se han reproducido protestas, como la concentración que tuvo lugar ayer en Andoain. EH Bildu, Podemos, Ezker Anitza y Equo, de acuerdo en otro modelo En la víspera de esta trascendental cita, en Juntas Generales comparecieron juntos representantes de cuatro fuerzas políticas (EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu, Ezker Anitza-IU y Equo) para mostrar que además de oponerse a la incineradora de Zubieta tienen una alternativa. Con Iban Asenjo y Arantza González como portavoces, reiteraron primero su apuesta por «otro modelo de consumo, profundizando en la filosofía de residuo cero (zero waste) y en la economía circular». Recordaron aquí el acuerdo que ya firmaron para «reducir la producción de residuos, aumentar la reutilización y el reciclaje, dar a los residuos un tratamiento alternativo a la incineración, así como apostar por I+D+I para buscar nuevas soluciones e ir hacia depósitos de inertes, nunca hacia vertederos tóxicos». Tras poner en valor que Gipuzkoa ha alcanzado «niveles de recogida selectiva envidiables», subrayaron que construir una incineradora «no tiene nada que ver con la reducción, reutilización y reciclaje», además de sus perjuicios a la salud. Unido a ello, presentaron un decálogo (en realidad de once puntos) actualizado con nuevos compromisos, con el que las cuatro fuerzas rechazan «cualquier apertura o construcción de nuevos vertederos tóxicos», ni en Mutiloa «ni en ningún otro municipio», y aplauden la clausura del vertedero de Lapatx. Otro de los puntos asegura que «el diagnóstico sobre la generación de residuos en Gipuzkoa elaborado por la Diputación es irreal y está artificialmente inflado. Por consiguiente, nos comprometemos a elaborar un informe que desde un punto de vista técnico lo refute». Frente a la incineradora, apuestan por una solución «integral, eficiente, flexible, sostenible y respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas». La basan en «plantas de compostaje y plantas de separación y tratamiento, que recuperen todos los materiales reciclables», y en que el resto de residuos «se inertice para que no contamine».