Dinámicas diferentes en un torneo que no las percibe

El Eibar es el único equipo al que los rojillos han logrado ganar en Liga –en Ipurua a mediados de octubre– yal que volvió a derrotar en un amistoso en Tajonar, en lo que fue el primer encuentro de la era Caparrós.

OSASUNA-EIBAR

Un conjunto vasco estará en los cuartos coperos, después de que el caprichoso bombo decidiese unir el destino de Osasuna y Eibar en los octavos del K.O. A priori, son los armeros quienes tienen más serias opciones de seguir adelante, si nos atenemos al rendimiento que han ofrecido en lo que se lleva de campaña ambas escuadras.

Sin embargo, entre lo imprevisible que suelen ser este tipo de eliminatorias y el hecho de que la única victoria liguera de los rojillos haya sido frente al cuadro dirigido por Mendilibar, además en Ipurua, hace que las apuestas se equilibren en parte. Por si fuera poco, los anfitriones volvieron a ganar poco después –4-0– en otro derbi, esta vez disputado en Tajonar y con carácter amistoso, siendo el primer encuentro de la era Caparrós, aunque con el inestimable condicionante de que los azulgranas vinieron de paseo a las instalaciones osasunistas.

No sucederá lo mismo en El Sadar, escenario en el que se estrenarán rojillos y armeros militando ambos en la máxima categoría. Mientras que los visi- tantes gozan de una holgada situación clasificatoria que les permite plantearse un escenario ilusionante en la Copa, los navarros bastante tiene con creer en un milagro en este enero que les va a deparar enfrentamientos más que trascendentales ante rivales directos que están también en la zona roja. Una bien diferente predisposición que, por pura lógica, se debe plasmar en el césped.

Jaime, una baja más

Por si no fuera suficiente hándicap el juego que hasta el momento están desplegando los rojillos, la plaga de lesiones parece no tener fin y su enfermería sigue acumulando pacientes. El último se conoció ayer. Jaime Romero, artífice del pase ante el Granada con un bello gol, sufre una elongación en el bíceps femoral derecho, lo que le impide ser de la partida.

Con esa nueva baja, a la espera de que lleguen nuevos refuerzos y con algunos futbolistas entre algodones, el once que pueda diseñar Caparrós es más incógnita que nunca. El míster andaluz, además, dio pocas pistas en el entrenamiento vespertino de ayer, donde dejó la sensación de entremezclar equipos titulares, a la espera de lo que decida hoy tras la sesión matinal.

Sea como fuere, la impresión es que Osasuna ahora mismo está muy poco capacitado como para inmiscuirse en dos escaramuzas por semana, de no ser porque en el vestuario rojillo se haya interiorizado que la competición copera pueda ser trampolín para la Liga.

Caparrós: «Esperaba algunos fichajes, pero no se han producido»

Aunque dejó claro que es consciente de que la dirección deportiva está trabajando «a fondo» por incorporar jugadores, el técnico rojillo, Joaquín Caparrós, reconoció que «esperaba algunos fichajes en estos días, pero no se han producido. Entiendo que no va a ser fácil».

Así las cosas, el preparador utrerano anunció que tirará de juventud, «porque siempre tenemos que mirar hacia abajo», para un compromiso que se va a encarar con la «máxima mentalidad».

Elogió, a su vez, al rival, un conjunto «muy bien confeccionado y dirigido, tengo un concepto muy alto de Mendilibar», y defendió el que los suyos no entrenasen ni el día 31 ni el 1. «Ya estaba planificado así, antes tuvimos mucha carga de trabajo y tanto los técnicos como los médicos decidimos que era bueno que la plantilla tuviese dos días de descanso».

N.M.