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Urkullu apuesta por el revisionismo histórico


Hay quien, con razón, advierte de los peligros que tiene el uso de las redes sociales para transmitir ciertos mensajes. No es el caso, ya que el lehendakari empleó 3.648 caracteres para tomar posición en torno a unos hechos acontecidos hace 80 años en el Botxo. Bajo el título ‘‘Larrinaga, 80 urte’’, Iñigo Urkullu calificó de «injusticia» la muerte de 224 presos franquistas a raíz de los asaltos a las cárceles de Ángeles Custodios, Larrinaga, Casa Galera y Karmelo. En 1937, aquellos hechos provocaron la reacción de José Antonio Agirre pero no puede pretenderse que la reflexión actual sea equiparada a la de entonces y compartida por una mayoría social.

Antes y después de aquellos hechos sucedieron muchas cosas y eso no lo puede negar el lehendakari, a quien grupos de la oposición municipal y colectivos memorialistas han reclamado «veracidad». Porque, aunque lo niegue o no lo pretendiese, Urkullu se suma a ese movimiento auspiciado por los herederos del franquismo de revisar la historia para continuar ensalzando a los «mártires de la Cruzada».

La resaca navideña, con el recibimiento a los reyes magos incluido, sirvió al alcalde para no pronunciarse públicamente sobre lo dicho por el lehendakari. Juan Mari Aburto ha evitado hasta el momento enfangarse en una posición revisionista de la historia en la que el PP desea equiparar a quienes impusieron 40 años de dolor y sufrimiento con aquellos que lucharon por la defensa de la legalidad republicana y fueron masacrados. En los próximos meses, veremos si Urkullu no empuja al primer edil a ese lodazal.