Beñat ZALDUA

Puigdemont fija objetivos: acabar con el proceso e iniciar una nueva era

Sin la concreción que se esperaba y sin anuncio sorpresa ninguno, el president desgranó ayer los retos del 2017 catalán, reiterando que garantizará un referéndum vinculante, cuyo resultado tanto el Parlament como el Govern «se deben comprometer a implantar».

«2017 es el año para el que nos hemos estado preparando, el año por el cual las generaciones que vienen nos preguntarán, el año en que se acabará el proceso y empezará una era en la historia de Catalunya, una era rotundamente más libre». El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que la semana pasada cumplió un año al frente de la institución, resumió ayer con estas contundentes palabras sus deseos para 2017. Lo hizo en una conferencia política que había generado cierta expectación pero en la que, más allá de una épica que no acaba de conjuntar con la imagen de presidente sencillo y accidental, no arrojó novedad alguna sobre el panorama político catalán.

Aunque repitió formulaciones vagas como el tránsito de la «postautonomía a la preindependencia» que culminarán este año, Puigdemont volvió a ser claro en cuanto al referéndum anunciado para setiembre de este año: «Garantizaremos un referéndum vinculante, lo que los ciudadanos decidan es lo que el Parlament y el Govern se deben comprometer a implantar». Eso sí, para desesperación del independentismo más impaciente, aseguró que no pondrán fácil al Estado decir que no. «No les bastará un monosílabo, se tendrán que explicar», dijo Puigdemont, que evitó hablar de plebiscito unilateral. Sí dijo, sin embargo, que al margen del Estado «son los ciudadanos los que hacen válidos los referéndums» a través de la participación.

Más cerca de la lírica, que le viste mejor, Puigdemont explicó que le preguntan muchas veces si lo conseguirán. «Siempre respondo que ya lo estamos consiguiendo», siguió el president. «¿Cuántas actitudes nuestras, particulares, no se inscriben ya en una declaración individual de independencia? Esto no va de un determinado día en el que alguien apretará un botón, es un proceso, un tránsito que hace cada uno de los ciudadanos de Catalunya».

Brevemente, Puigdemont reiteró que los presupuestos son «necesarios» y sobre la negativa a presentarse como candidato en unas virtuales elecciones, apuntó que lo que importa es generar confianza y dejar claro su «compromiso insobornable con el mandato del 27S».

Los presupuestos avanzan por encima del ruido

Sin el torbellino que acostumbra a generar el pleno del Parlament, el proyecto de presupuestos enfrenta una semana clave en la que las comisiones parlamentarias tendrán que aprobar las cuentas departamento por departamento. Ayer fue el turno del vicepresidente, Oriol Junqueras, que defendió los números del departamento de Economía para 2017 –en los que destaca la partida presupuestaria para crear la Hacienda catalana– y de la consellera de presidencia, Neus Munté, que defendió unas cuentas que calificó de imprescindibles para celebrar el referéndum. Ambos superaron las enmiendas presentadas por la oposición gracias a los votos de la CUP.

La Esquerra Independentista, sin embargo, no ha dicho su última palabra. Ayer presentó un documento en el que explica las reformas fiscales mínimas que pide, entre ellas una subida el IRPF a las rentas de más de 60.000 euros y un aumento el impuesto de patrimonio. La decisión final de la CUP la tomará su Consell Polític el 28 de enero. B.Z.