18 JAN. 2017 FÚTBOL FEMENINO Morgan aterriza en Lyon con algo más que fútbol La estadounidense, que aspira a convertirse en la mejor del futbolista del mundo, acapara focos. Amaia U. LASAGABASTER «Las mejores jugadoras de América podrían jugar en el mejor equipo europeo: OL». Más o menos así, con un tweet al más puro estilo del «alguien ha matado a alguien» de Gila, comenzó el cortejo de Jean Michel Aulas a Álex Morgan en marzo pasado. El Olympique iba camino de su tercer triplete pero su presidente quería más. Desde ese momento, Twitter fue para Aulas como la cola desplegada para un pavo real: una imagen con el trofeo de la Champions, el fichaje de Marozsan, la presentación del equipo, el galardón de la UEFA a Hegerberg... Siempre citando a Morgan y siempre con la misma respuesta de la norteamericana: silencio. Al menos público porque, según el dirigente lionés, detrás de bambalinas los contactos eran intensos. Debía ser cierto porque el 20 de diciembre, tras acordar la cesión de Morgan con su equipo Orlando Pride hasta junio, Aulas escribía, por fin, el tweet con el que tanto había soñado: «somos muy felices por dar la bienvenida a Alex al mejor equipo de Europa que mañana, con Alex, lo será del mundo». Su satisfacción es comprensible pero lo cierto es que ni el Olympique lo tiene fácil para reeditar su condición de campeón continental, ni posiblemente Morgan sea la pieza que le falta para conseguirlo, más allá de que sea una de las mejores futbolistas del mundo. Pasar del «una de» a «la mejor» es, precisamente, el objetivo que se marca la jugadora al saltar el charco. «Quiero competir en la Champions League», compartir «entrenamientos y competición con algunas de las mejores jugadoras del mundo, todas internacionales con sus selecciones», sumergirse en «la cultura futbolística europea»..., argumentó su fichaje Morgan, que considera este «el momento idóneo de mi carrera para dar este paso» y acabar convirtiéndose así en «la mejor futbolista del mundo». Si no lo es ya, no le falta demasiado. Californiana de 27 años, pasó por el fútbol universitario antes de arribar a New York Flash para adjudicarse la WPS. En las posteriores ligas estadounidenses ha jugado en Seattle, Portland y Orlando. Aunque sus mejores logros han llegado con la selección, con la que ha conquistado un Mundial y un oro olímpico, siguiendo la estela, todavía a distancia, de goleadoras históricas como Hamm o Wambach. Pero no es sólo fútbol lo que ha fichado el Olympique con Morgan –que podría cobrar unos 150.000 euros por estos seis meses, todo un récord en el fútbol femenino–, la jugadora más mediática del planeta, con más de siete millones de seguidores en redes sociales y contratos publicitarios con Nike, Cocacola o MacDonalds. El equipo francés ficha también imagen, no hay más que ver el «reality» que tiene planeado con el día a día de la jugadora. Y no hay duda de que ha dado en la diana porque apenas han pasado tres semanas desde que Morgan llegó a Lyon y ya se ha ganado la atención de medios deportivos y generalistas –desde las seis páginas de L’Equipe Mag a la portada de Paris Match– de Francia y medio continente más. En los que no se limita a posar y tirar del rosario de tópicos. En su última entrevista a “The guardian” no ha dudado en reclamar «respeto» al fútbol femenino por parte de la FIFA y recordar que su selección sigue en pie de guerra, con amenaza de huelga incluida, con la Federación estaounidense por la discriminación respecto a sus compañeros. Debut, asistencia, triunfo y liderato Con la reanudación de la Liga en Francia, llegó también el debut oficial de Morgan con su nuevo equipo. Fue en Guingamp (0-3) y a la norteamericana solo le faltó marcar para protagonizar una jornada perfecta. Morgan partió en el once titular –como la también recién llegada Kadeisha Buchanan–, en detrimento, nada menos, que de Ada Hegerberg. Después de casi una hora sobre el césped se retiró con una asistencia y el triunfo de su equipo, que además fortalece su candidatura al título, como contraposición al cambio de tercio de su archienemigo PSG. Y es que, tras haber despedido 2016 ganando, precisamente, al Olympique, al cuadro parisino le está sentando fatal 2017. Después de que una sanción por alineación indebida le dejara con cuatro puntos menos, apeándole del primer puesto, llegó la dimisión de Patrice Lair, aunque finalmente sigue en el banquillo. La guinda la ponía la derrota ante el Montpellier (2-1) en la primera jornada del año, que deja al PSG en la tercera plaza, a la espera de que su último recurso ante la Federación Francesa –el club no descarta acudir incluso al TAS– llegue a buen puerto.A.U.L.