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El Salvador conmemora la firma de los Acuerdos de Paz y recuerda a las víctimas

El Salvador conmemoró los 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz recordando la deuda pendiente con las víctimas que dejó la guerra (1980-1992), si bien actualmente el país cuenta con una de las tasas de homicidios más altas del mundo.

Los Acuerdos de Paz firmados el 16 de enero de 1992 pusieron fin a 12 años de conflicto armado en los que murieron unas 75.000 personas, desaparecieron otras 8.000 y resultaron lisiadas al menos 40.000.

La ONU, a través de su enviado especial Miroslav Jenka, recordó a El Salvador durante un acto oficial en la capital que la ola de violencia y las desigualdades económicas que afectan al país centroamericano impiden disfrutar plenamente de la paz alcanzada en 1992.

A esto se suma el reconocimiento pendiente a familiares y víctimas del conflicto, que también aprovecharon el evento para señalar las «deudas pendientes» tras la firma de la Paz, que plasmaron en un documento entregado al presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén.

El propio Sánchez Cerén subrayó que «el momento que vivimos nos demanda dialogar sobre una Ley de Reconciliación y Reparación Integral de las Víctimas» e hizo un llamamiento a instituciones y a la oposición para dialogar con las organizaciones que representan a las víctimas y sus familias. El pasado 13 de julio, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional la Ley General de Amnistía vigente desde 1993 que impedía reabrir, investigar o procesar los crímenes ocurridos durante la guerra civil. El FMLN también subrayó que este año el significado específico del aniversario es la palabra reconciliación, y recordó la transformación del país con la creación de nuevas instituciones y la participación de la antigua guerrilla en la vida política. En la actualidad, El Salvador vive una violencia extrema, que lo sitúa el tercer lugar del mundo según la tasa de homicidios, en medio de una guerra entre las pandillas de jóvenes sin referentes de identidad, producto de las deportaciones de migrantes desde EEUU a una sociedad hundida en la pobreza.