Magnesio

Algunos escaladores están de enhorabuena ante el desembarco en España (Antena 3) de Ninja Warrior, en el que atletas compiten en exigentes pruebas físicas. Parece bastante apropiado para escaladores punta, animados por el triunfo en el American Ninja Warrior de 2015 del escalador de Utah Isaac Caldiero. El triunfo se llamaba un millón de dólares, que es de lo que se trata, por lo que ahora los castings locales están salpicados de atletas de la pared y del rocódromo. En EEUU, hace furor, además del espec- táculo, la vertiente superación personal entre afectados por tragedias o minusvalías; así resulta popular la actividad de Kayle Maynard, nacido sin brazos hasta la altura del codo y sin piernas hasta la rodilla. Además de otras actividades se le puede ver en documentales durante su ascensión (sin ningún tipo de prótesis, esto es, a cuatro patas como se dice vulgarmente) del Kilimanjaro y del Aconcagua siguiendo su lema “No hay Excusas”, que a mí no me gusta demasiado porque me gustan bastante las excusas. Bien, a los escaladores de roca, con su sempiterna bolsita colgando de la cintura, llena de carbonato de magnesio, “el magnesio”, para el sudor de las manos, se les embroma en alguna página web con la noticia del hundimiento cerca de Dunkerke de un barco cargado de “magnesio” con destino a Pasaia. Tranquilos, que hay magnesio para todos, para escaladores y para los ácidos de estómago.