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Pelota

Otra remontada «made by» Urruti comprime la tabla

Ezkurdia-Merino II, enojados con un material «de juveniles», se salieron de un partido que ganaban 6-15.


URRUTIKOETX.-IMAZ 22

EZKURDIA-MERINO II 20


Con Irribarria-Rezusta, líderes destacadísimos, ejerciendo de excepción que confirma la regla, este Campeonato de Parejas 2017 se está confirmando como el más equilibrado y, disputadas ocho jornadas, solo hay un punto de diferencia entre las otras siete parejas –cuatro con cuatro puntos y otras tres con tres–, después de la increíble victoria de Urrutikoetxea-Imaz ayer en el Madalensoro de Oiartzun.

Las cosas, sin embargo, podrían ser bien distintas si, una vez que Ezkurdia-Merino II se adelantaron 6-15, el estelar que cerró el fin de semana hubiera tenido un desenlace «normal». Sin embargo, la pelota es redonda y puede dar giros inesperados, mucho más si Mikel Urrutikoetxea anda por medio y el propio Joseba Ezkurdia ya lo sufrió en la final del acotado de San Fermín del pasado verano.

Hasta ese instante, la sobriedad y la seriedad que la pareja de Aspe venía mostrando en las últimas semanas les habían sido suficientes para abrir un hueco que parecía definitivo, aprovechando que el atenazamiento de jugar en casa también había atacado a Ander Imaz. Merino II lo dominó por completo y Ezkurdia aprovechó esas pelotas entregadas para rematar con bastante acierto.

Giro inesperado

Sin embargo, cuando todo el mundo daba el pescado por vendido, el partido dio un inesperado giro que pilló a todo el mundo por sorpresa, y si no que se lo pregunten al presidente del club de Oiartzun, que no quería pero sacó la bandera blanca al ser entrevistado en ETB.

Una remontada de este calibre exige varios condicionantes, con la inquebrantable fe de Mikel Urrutikoetxea como premisa principal. Tras un triste comienzo de campeonato, la ilusión que desprende Imaz parece haberlo contagiado y, estando a un altísimo nivel, el de Zaratamo completó un excelso partido, bregando y siendo muy efectivo con su gancho.

Pero tampoco se puede obviar que la pareja de Aspe también puso de su parte. Y es que, ofuscados con una pelota que sacaron los colorados, que calificaron «de juveniles» por su insustancialidad, el de Arbizu y, especialmente Merino II, se fueron del choque. También colaboraron los jueces, dando por mala una pelota del riojano claramente válida (10-15), lo que dio paso a momentos de desconcierto en los que el de Villar de Torre primero se quejó de una estorbada de Urrutikoetxea (12-15) y luego resbaló al tratar de devolver otra pelota (14-15).

Entre una cosa y otra, el partido sufrió una enorme mutación, y no solo en el marcador, ya que con esa pelota que levantó la ira de los de Aspe, Imaz fue creciendo en su juego y en su confianza. Al oiartzuarra le daba bastante más tiempo para ponerse y, poco a poco, fue equilibrando la batalla de los cuadros largos, con lo que Mikel Urrutikoetxea tuvo la opción de entrar en juego en posiciones mucho más cómodas, con lo que tanto su protagonismo como su eficacia se multiplicaron para cambiar el signo del campeonato.