GARA Euskal Herriko egunkaria
TRUMP LLEGA A LA CASA BLANCA

Trump ordena construir el muro con México y pide más detenciones

El presidente de EEUU, Donald Trump, plasmó en varios decretos las medidas para restringir la migración de las que la derecha estadounidense ha hecho bandera. Además de la orden para comenzar la construcción del muro en la frontera con México, Trump planteó más centros de detención y cortar la financiación a las «ciudades santuario».


El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó ayer una serie de decretos para restringir la migración, entre ellos la orden ejecutiva que autoriza la construcción del anunciado muro físico, «vigilado y apoyado por personal adecuado» en la frontera con México.

Aunque planteó una construcción inmediata, antes de firmar la orden, Trump explicó en una entrevista a ABC News que su objetivo es comenzar a levantar el muro «en cuanto se pueda, en cuanto sea físicamente posible». De esta forma, y aunque la planificación se iniciará «inmediatamente», las obras aún podrían retrasarse varios meses, admitió. El presidente defendió que, a partir de ahora, EEUU «recuperará sus fronteras y pondrá freno al aumento sin precedentes de la inmigración ilegal procedente de Centroamérica, que está dañando tanto a Estados Unidos como a México». «Una nación sin fronteras no es una nación», insistió.

El mandatario estadounidense sostuvo en la entrevista en que la construcción «será de alguna forma reembolsada por México», aunque no aclaró cómo. La orden firmada ayer tampoco supone el destino de ningún presupuesto concreto. Los asesores de Trump han estado evaluando incrementar las tarifas aduaneras o los costos del tránsito fronterizo como una vía para hacer que México pague. Otra amenaza es financiar el muro gravando las remesas que los migrantes mexicanos envían a sus familias, que el año pasado ascendieron a unos 25.000 millones de dólares.

«Va a ser bueno para México. Queremos un México muy estable y muy sólido», añadió.

Contra las ciudades santuarios

Precisamente, Trump firmó la medida poco antes de reunirse con ministros y secretarios mexicanos que preparan en Washington la visita del presidente Enrique Peña Nieto, programada para el próximo lunes.

A la vez, Trump firmó otra orden ejecutiva que niega los fondos federales a las llamadas «ciudades santuarios», que anunciaron protección contra la deportación a los indocumentados. De este modo, se suprimirán fondos federales a las ciudades que se nieguen a propor- cionar a las autoridades federales información sobre el estatus migratorio de las personas que detienen, entre las que se incluyen Chicago, Nueva York y Los Ángeles.

Las medidas firmadas ayer también plantean «acelerar la deportación» de aquellas personas cuyas pretensiones de permanecer en EEUU «hayan sido rechazadas legalmente», después de que se les hayan impuesto «sanciones civiles o penales», así como la detención de personas sospechosas de violar las leyes de inmigración y la prioridad a los procesamientos de delitos que «tengan un nexo con la frontera sur».

Ante el previsible incremento de arrestados, Trump contempla en el mismo documento la construcción de más centros de detención para inmigrantes.

Igualmente, creará una «Oficina para Víctimas de Delitos Cometidos por Extranjeros Deportables».

Eliminar la inmigración fue un elemento central de la campaña electoral de Trump, y el muro a lo largo de la frontera de 3.200 kilómetros entre EEUU y México, su estandarte.

Algunos tramos de la frontera ya están cercados, pero el presidente dice que se necesita un muro en toda su extensión y eso a pesar de que expertos cuestionan que un muro pueda acabar con la inmigración o que desde el propio bando republicano se plantean métodos más baratos, como la vigilancia electrónica.

Pero el muro fronterizo se ha convertido en el toque de clarín para la derecha y extrema derecha, base de apoyo a Trump.

Además, para financiar el proyecto la Casa Blanca solo podría desviar fondos ya existentes y su acción está supeditada a las decisiones del Congreso, controlado por los republicanos, que tendría que suministrar más dinero para terminar el muro, a pesar de que han pasado décadas predicando la prudencia fiscal. Además, buena parte de los terrenos son de propiedad privada, lo que implica largos proceso legales, retrasos políticos y sustanciales pagos por expropiación.

 

Países Bajos propone un fondo que compense a los grupos proaborto

La ministra neerlandesa de Desarrollo, Liliane Ploumen, propuso la creación de un fondo internacional en respuesta a la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de prohibir el uso de fondos del Gobierno estadounidense para subvencionar a grupos proaborto en el extranjero. «Prohibir el aborto no dará lugar a un menor número de abortos, provocará más prácticas irresponsables en la clandestinidad y un mayor número de muertes entre las madres», afirmó la ministra, que indicó que con la creación de un fondo internacional, los países participantes ayudarán a paliar las graves consecuencias de este recorte en la financiación de las organizaciones que trabajar con mujeres en las zonas en desarrollo. Ploumen aseguró que, según el grupo Marie Stopes Internacional, la decisión de Trump provocará 6,5 millones de embarazos no deseados, 2,2 millones de abortos peligrosos y la muerte de 21.700 madres durante los próximos cuatro años. La ministra recordó que únicamente la aportación de Países Bajos a las organizaciones de mujeres ha evitado más de 6 millones de embarazos no deseados y medio millón de abortos. Por eso, advirtió de que «la decisión de EEUU amenaza con socavar estos resultados».

Ploumen adelantó que ella misma tomará la iniciativa para negociar con sus homólogos y crear un fondo internacional que proporcione «buena formación, anticonceptivos y aborto» a las mujeres que lo necesiten. «Debemos compensar en todo lo posible ese golpe financiero con un fondo de amplia base, al que gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil puedan donar», explicó.

La semana pasada Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe el uso de fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero, una política seguida por los presidentes republicanos que data de la década de los 80 y que su predecesor, Barack Obama, había cancelado. EEUU destinaba cerca de 544 millones de dólares en asistencia a la planificación familiar en todo el mundo.GARA

 

El presidente reaviva la denuncia de un fraude electoral masivo

Trump insistió ayer en la denuncia de fraude electoral en las elecciones que le llevaron a la Casa Blanca, y anunció que solicitará una investigación, «incluyendo a quienes estaban registrados para votar en dos estados, aquellos que son ilegales e incluso aquellos registrados que están muertos (algunos desde hace mucho tiempo). Según los resultados, reforzaremos los procedimientos de votación».

La polémica volvió a encenderse el martes cuando el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que Trump estaba convencido de que hubo hasta cinco millones de votos ilegales. «El presidente cree desde hace un tiempo (que hubo fraude) basándose en estudios e informaciones de los que dispone», dijo Spicer, para añadir que Trump había visto un estudio que sugería que un 14% de las personas que votaron «no eran ciudadanos». Aunque ganó las elecciones, Trump obtuvo unos 2,9 millones de sufragios menos que su contrincante, Hillary Clinton, en el voto popular. Uno de los más influyentes dirigentes del Partido Republicano, el senador John McCain, no escondió su malestar con la actitud del presidente. «No veo ningún indicio ni evidencia de que haya habido fraude electoral», afirmó ayer. No existen pruebas públicas de fraude de tal magnitud que, de confirmarse, supondría un enorme escándalo político.

Por su parte, el Comité Nacional Demócrata (DNC) aseguró que las acusaciones del presidente son tan solo una maniobra de distracción. «Todo el mundo sabe que no hubo fraude electoral en las elecciones. No puede dejar de lado su fantasía de fraude electoral, tanto porque no puede soportar la idea de que más millones de estadounidenses votaron por Hillary Clinton como porque (quiere) encubrir el verdadero delito: los esfuerzos de Rusia para ayudarlo a ganar», denunció.GARA