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DE REOJO

Dientes


Es frase gloriosa de la expresa Isabel Pantoja cuando paseaba del brazo del todavía preso Cachuli: «dientes, dientes, que es lo que más les jode». Batir récords en “El Hormiguero 3.0”, tanto en número de telespectadores (cuatro millones setecientos treinta y ocho mil) como en porcentaje de audiencia (veintitrés coma ocho por ciento) es algo que solamente está al alance de la tonadillera en un acto de lavado de imagen digno de figurar en los mejores tratados. Por decirlo de una manera sencilla: se trató de una higiene bucal profunda para que pudiera seguir enseñando dientes, dientes y más dientes y más blancos.

Monográfico, sin casi intervenciones del equipo habitual del programa, la condena a prisión no se mencionó, todas las preguntas fueron para que enseñase dientes y más dientes. Todo era amor, triunfo, éxito, felicidad, familia, trabajo, comida sencilla, un paraíso. Hizo en directo un gazpacho, con un solo diente de ajo eso sí, todo muy natural, muy estudiado, una puesta en escena perfecta que acabó con una actuación en directo de la tonadillera acompañada por sesenta y dos maestros que tocaron también en vivo y en directo. Un derroche de producción. Una promoción del disco y de la gira que no tiene precio.

En el plató le pusieron público enfebrecido, fans sin cautela. Pablo Motos en cabeza. Se trata de una entrega para estudiar en el tiempo por muchos motivos excepcionales que concurren en ella. Los datos son claros, Isabel Pantoja es un producto televisivo de primera magnitud. Hasta ahora habían sacado provecho de ello los programas parásitos de la basura de Telecinco, pero esta presencia en Antena 3 precisamente con Motos debe tener otras lecturas o pactos secretos. Pero es sin duda una buena estrategia de recuperación de la popularidad perdida por delincuente. Dientes, dientes.