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FINAL DEL NACIONAL DE CLUBES

El boicot de Pagazpe aflora las miserias de aficionados

Molestos por el cambio de fecha de la final y no poder contar con Santxo y Gorrotxategi, los de Usurbil decidieron no ponerse los tacos y no competir.


Por buscarle algo positivo al penoso espectáculo que se vivió ayer en el Larrunarri de Amezketa, la notoriedad y el eco de la final de un torneo importante como el Nacional de clubes de Euskal Herria debería servir para que todos los estamentos de este nuestro deporte realicen esa necesaria y urgente reflexión que el campo aficionado lleva exigiendo desde hace ya demasiado tiempo.

Muy molestos por la decisión unilateral de los organizadores de cambiar la fecha de la final prevista en un principio para el 28 de enero, lo que les impedía contar con pelotaris importantes como Santxo y Gorrotxategi, los campeones de 2016 decidieron boicotear la final, al saltar a la cancha sin ponerse los tacos. Así, en el partido del cuatro y medio, el primero, Urbieta (Pagazpe) dejó sin restar los saques que Elola (Aurrera) fue realizando –con 14-0 el pelotari de Aurrera cometió una falta y el de Pagazpe lanzó la pelota directamente al suelo y terminó 18-1–.

Visto lo visto, y con el enfado de los pelotazales allí congregados, que habían abonado unas entradas que les fueron devueltas, los organizadores decidieron que los otros dos partidos no se disputaran y los pelotaris de Aurrera Tolosa, campeones, jugaron un duelo por parejas con el que se quiso agradecer el esfuerzo de aquellos que se desplazaron hasta el Larrunarri en una tarde de perros.

Comunicado y micrófono

Previamente, los representantes del club de Usurbil habían ofrecido, micro en mano y mediante un comunicado repartido en el frontón, sus razones para el boicot. En la nota, dicen sentir «pena, dolor y vergüenza» por realizar una acción semejante, por la que pidieron perdón a pelotaris, pelotazales, clubes y patrocinadores, pero dicen haberse sentido obligados a decir «basta ya».

El origen de esta última polémica arranca en semifinales, cuando la fecha de una de las dos fue modificada para no coincidir con la manifestación de Sare en Bilbo. Una vez disputada en la nueva fecha, la organización quiso tener otros 15 días para prepararla, mientras que desde Pagazpe se esgrimió que sus pelotaris ya habían cuadrado todos sus otros compromisos –Santxo y Gorrotxategi jugaron ayer el Campeonato de España con un club de Colmenar– para poder jugar en la fecha prevista en un principio, el 28 de enero. La organización se mantuvo en sus trece y el gran perdedor volvió a ser la pelota.

Lo peor de todo es que lo de ayer no es un caso excepcional, sí quizá el más sonado, pero que los pelotaris –de casi todos los clubes, por no decir todos– renuncien a partidos, incluso oficiales como el GRAVNI, por acudir a privados con premios superiores –en aficionados– es una práctica habitual. Pero si hasta tener ficha con dos clubes al mismo tiempo es legal...