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saski baskonia

Esta victoria no aclara absolutamente nada

El peor Baskonia de la temporada sufrió hasta el último segundo para batir a un Obradoiro que dejópasar una oportunidad única de ganar en Gasteiz. Más allá de las ausencias, la imagen fue preocupante.


SASKI BASKONIA 87

OBRADOIRO 86


Quizá Rodrigue Beaubois se llevara una inyección de ánimo y confianza después de anotar la canasta de la victoria ante un Río Natura Monbus Obradoiro que fue creyendo en sus opciones conforme pasaban los minutos. El base galaico McConell tuvo el tiro ganador en sus manos, y por fortuna no entró. Pero esta victoria no aclara nada de nada, porque el Baskonia dio una imagen alarmante.

Hubo dos partidos en uno. Hasta el 27-15 de finales del primer cuarto, Saski Baskonia fue infinitamente mejor que un Obradoiro consciente de su inferioridad. Un triple de Pepe Pozas a tablero empezó el segundo capítulo de un partido entre surrealista y nihilista.

A los tres minutos del segundo cuarto un apagón en el Buesa Arena demoró el partido unos cuantos minutos. No pudo pasarle nada mejor al cuadro gasteiztarra, que para entonces perdía 27-28 después de un parcial de 0-13 abierto. Si el primer cuarto evidenció la diferencia entre baskonistas y gallegos, pero las rotaciones –escasas, a causa de las bajas– trajeron a un bajón entre los de Sito Alonso. Casualmente, la coincidencia de Beaubois y Bargnani hizo que la defensa gasteiztarra flojeara, mientras que Rafa Luz no lograba atacar la zona de Obradoiro.

Fue el propio Rafa Luz el que espabiló al Baskonia anotando ocho puntos seguidos. Con todo, Saski Baskonia dominaba por talento puro, pero denotaba una alarmante fragilidad atrás, más allá de las ausencias de Shengelia y Diop, amén de un Larkin que se vistió de corto, pero que no jugó por precaución.

Los arreones gasteiztarras tuvieron poco de colectivo. Adam Hanga fue, sin duda, el mejor jugador gasteiztarra, y prácticamente el único en pretender involucrar a sus compañeros en el devenir del partido. Budinger, el propio Rafa Luz o Laprovittola tuvieron chispazos, pero cada vez más aislados respecto a los planes de partido.

Pitos y sinsentidos

Obradoiro se fue creciendo y le faltó tan poco que mereció mejor suerte. A falta de 24 segundos, McConell adelantó a Obradoiro 85-86, y solo una genialidad de Beaubois salvó del desastre a los gasteiztarras.

Aunque, en realidad, el desastre ya había acaecido. El público gasteiztarra soltó unos claros silbidos, sobre todo por la incapacidad defensiva baskonista, sobre todo cuando Sito Alonso se empeñaba en juntar a Beabuois y Bargnani en el parqué. De hecho, el propio Bargnani se fue borrando del partido, mientras que sus pares, sobre todo Whittington, se lucía a su costa.

Hubo más sinsentidos, como algunos emparejamientos preparados por Sito Alonso en defensa, sinsentidos que ni la victoria aclaran. ¡Y ay como se siga con esta tónica en la Copa!