Real Madrid y Baskonia, los favoritos que comparten cuadro

A pesar del mal momento de los gasteiztarras, lalógica dicta que estos dos equipos se las verán ensemifinales, y que el vencedor de este cruce seráquien se lleve el gran premio de Gasteiz 2017.

Sería un error dar por ganado el cruce de cuartos de final entre Saski Baskonia e Iberostar Tenerife. Ni los gasteiztarras llegan a la cita de su casa en el mejor momento –bajas casi seguras de Diop y Shengelia, con Larkin renqueante y Bargnani «indispuesto» de los entrenamientos de ayer, 48 horas antes de que empiece el torneo, y la duda de si Blazic volverá o no–, aparte de que abren la competición el jueves a las 19.00 ante un rival que jamás ha pasado el primer cruce y que nada tiene que perder.

Sería un error pensar de ese modo, pero caer en primera ronda en casa, aunque ya sucedió en la edición de 2000 frente a Estudiantes, sería una decepción morrocotuda.

«La Copa es una competición muy corta que en solo tres días tienes que ganar tres partidos para ganar el título, pero todo el mundo sabe lo que significa esto para Gasteiz y para el equipo», aseguraba al respecto Adam Hanga en el Media Day organizado en la jornada de ayer por el club gasteiztarra.

El último título copero para Saski Baskonia fue en Madrid 2009, fecha en la que jugó su última final en el «torneo del KO». Después de varios años de bajón presupuestario, de dar tumbos en los banquillos y las plantillas, el pasado 2016 trajo consigo el renacimiento de los discípulos de Josean Kerejeta. Sus mejores prestaciones llegaron en la Euroliga, evento en el que alcanzaron la Final Four de Berlín, pero en la propia Copa disputada en A Coruña se vieron destellos más que intensos, hasta el punto de pelear contra el Real Madrid el pase a la final, una final que la escuadra merengue se llevaría ante el sorprendente Herbalife Gran Canaria, finalista por el otro cuadro del torneo. La cuestión será si la historia puede o no repetirse.

En busca de soluciones

Lo cierto es que baskonistas y merengues comparten cuadro, y comparten que juegan ante rivales que han hecho una buena primera vuelta, pero que en lo que respecta a la Copa parecen de lo más asequibles. El Iberostar Tenerife jamás ha pasado de cuartos y el Morabanc Andorra disputa su segunda Copa, después de jugar la primera en 1995... y caer en cuartos.

«Podemos hacer algo grande en la Copa», aseguraba, por su parte, Rafa Luz. según el base de Araçatuba, «lo que ha pasado hasta ahora no nos debe importar porque, en realidad, no influye en nada», y quiso limitar su análisis a que «sabemos que tenemos que jugar muy bien para hacernos con el título».

Sin embargo, Rafa Luz no se abstraía de la realidad de un Saski Baskonia que llega con dudas, unas dudas que deben cortarse de raíz en los partidos.

«Nos faltan detalles en ataque y en defensa, que al final nos hacen tener un bajón durante algunos partidos. Pero lo principal es ser conscientes de ello e intentar cambiarlo durante el partido, no después», reflexionaba el base hispano-brasileño.

Adam Hanga, por su parte, ahondaba en que lo importante es centrarse «en el primer partido», toda vez que supondrá la apertura del torneo y el equipo gasteiztarra sentirá «más presión» que Iberostar Tenerife.

«Ante todo, tenemos que defender un poco mejor que estas últimas semanas. Sabemos que Tenerife llega muy bien, está segundo en la ACB y tienen un equipo que nos puede hacer daño porque pasan el balón muy bien. Los cinco jugadores que estemos en la cancha tenemos que estar preparados para defender juntos», comentó el capitán de Saski Baskonia.

Dos a uno para el Baskonia

Compaginar la Liga ACB y la Euroliga no es fácil, y por eso Iberostar Tenerife merece un respeto, en parte porque fue el primer equipo en ganar en Zurbano esta campaña, aunque el autor del palmeo ganador, Javier Beirán, no estará.

Por ello, y porque su otra estrella, Nico Richotti, regresa justo a tiempo de una lesión, Saski Baskonia parte como favorito para pasar a semifinales, mientras que Morabanc Andorra, pese a su notable campaña, se cruza ante un Real Madrid renovado y que parece haber hallado en Luka Doncic el motor que estaba buscando.

Si baskonistas y merengues cumplen con su condición de favoritos, volverán a cruzarse como en A Coruña 2016. En aquella ocasión los de Velimir Perasovic dieron la cara los 40 minutos y solo Sergi Llull, en parte por su canastas finales, en parte porque los árbitros no le pitaron la quinta falta, pudo con la resistencia baskonista: 80-86.

Pero aquello ya pasó, y en lo que va de temporada Saski Baskonia y Real Madrid se han enfrentado tres veces, con dos victorias para los de Sito Alonso: 88-92 en Madrid y 77-62 en el primer encuentro disputado en Gasteiz, mientras que el último enfrentamiento, disputado el pasado día 3, se saldó con el único triunfo merengue: 71-79, con un Luka Doncic extraordinario.

De hecho, el duelo entre Shane Larkin, ya que parece que jugará la Copa después de descansar el pasado domingo, y el jovencísimo escolta esloveno sería el cara a cara más esperado de todo el torneo, toda vez que los dos han sido las principales atracciones de la ACB en toda la primera vuelta, así como dos de los jugadores más destacados de la presente Euroliga.

¿Afirmar que el ganador de esta semifinal ganará la Copa, tal y como sucedió hace un año, es menospreciar al resto de adversarios? Quizá, y como las eliminatorias se disputan a partido único, bien harían los contendientes en no fiarse. Pero el Baskonia juega en casa y el Real Madrid es líder de todos los torneos en los que anda. No parece haber mejores rivales.

El extraño vodevil que está padeciendo el Barcelona

Agotado el ciclo de Xavi Pascual, el Barcelona afrontaba la campaña 2016/17 con la ilusión de no solo renovarse, sino de resplandecer como a finales de la pasada década, época en la que encadenó la segunda Euroliga de su historia, las Ligas de 2011 y 2012 y las Copas de 2010 y 2011.

Para ello, la entidad culé se hacía con los servicios de Georgios Bartzokas para su banquillo, ganador de la Euroliga con Olympiacos en la campaña 2012/13 y que en la pasada temporada lideró al Lokomotiv Kuban de Krasnodar, la gran revelación de la Euroliga junto a Saski Baskonia, y que mediante un juego alegre –quizás abusando de los triples– se coló en la Final Four de Berlín, acabó tercero, superando en el camino al propio Barcelona en cinco partidos. Con Bartzokas, un renacido Víctor Claver abandonaba el «Loko» camino a Barcelona, mientras que Tyrese Rice y Petteri Koponen llegaban del Khimki. En principio, con una base compuesta por Ante Tomic, Doellman, Perperoglou, Ribas, Vezenkov y Oleson, más lo que quedara de Navarro, más que suficiente para reactivar a los culés en la élite a todos los niveles.

Pero la realidad tenía otros planes. Las lesiones, en especial las de Lawal y Ribas más los achaques de Navarro, el corte de Joe Dorsey, más la ausencia de un segundo base de garantías junto a Rice –el accidente de coche de Koponen a finales de pretemporada no ayudó– ha ido dinamitando el devenir barcelonista, que ha ido disimulando mal que bien en la Liga ACB, pero que ha terminado reventando en la competición continental.

Tanto es así, que a los jugadores, tras recibir una multa de 5.000 euros por bajo rendimiento, se les ha acusado de «hacer la cama» a Bartzokas. De hecho, pesos pesados como Tomic o Navarro debían desmentir públicamente las noticias que hablaban de una reunión de jugadores con la idea de echar al entrenador heleno.

«Lo que podemos hacer es seguir unidos y demostrar con hechos que lo que se ha dicho es mentira», concluía Víctor Claver. Pero este Barça parece convertido en un vodevil. GARA