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Abel Barriola, sumamente elegante hasta para perder

El empuje de Larunbe en la segunda parte permite a los de Asegarce llegar conventaja, pero sin nada decidido, a una última jornada de infarto en cada partido.


BENGOETXEA-LARUNBE 22

ALTUNA-BARRIOLA 17


Si en Bilbo Francis y su Doctor Deseo hicieron célebre esa frase de «chulos hasta pa perder», acoplada a su Athletic, con Abel Barriola bien se podría adaptarla y hablar que el de Leitza es elegante, sumamente elegante, hasta en las derrotas más duras. Lo fue ayer, en un duelo que de lo poco que aclaró fue que el del domingo en Logroño será el último de un pelotari que ha hecho de la competición su laitmotiv, sin perder por ello un ápice de compañerismo y compostura. Oinatz Bengoetxea y Mikel Larunbe se ganaron, con merecimiento, llegar en cabeza, con cierta ventaja sobre el resto de competidores por un pase a semifinales a una última jornada de infarto, pero solo se han asegurado su presencia en cualquier empate a siete puntos y el average casi les obliga a ganar a Elezkano-Zabaleta el lunes que viene en Tolosa.

Pero en un Beotibar que se volvió a llenar, el aroma a despedida se percibía en cada asiento y el estelar terminó con una sonora ovación que Barriola, visiblemente emocionado, devolvió a la grada. Si la empresa no dice lo contrario antes del 6 de mayo, el de ayer fue su último partido en un frontón siempre especial, en el que debutó en febrero de 1998, y la despedida no fue la deseada, pero sí estuvo a la altura.

Porque los aplausos no fueron gratuitos. Dentro de sus limitaciones, Altuna III y un Barriola mejorado plantaron batalla, llegaron a adelantarse 6-11 y 9-13, pero incluso en el peor de sus momentos, el zaguero de Leitza dejó su sello con una bolea con la que terminó el 19-16, en un tanto en el que primero defendieron lo indecible –para deleite de parte de la plantilla del Numancia, presentes en el Beotibar con Saizar a la cabeza y a los que aficionaron para este deporte y a la salsa de las apuestas– para terminar de la mejor manera.

Un partido de dos partes

No fue suficiente, porque la superioridad de Larunbe en la parte final del choque resultó un obstáculo insalvable, pero no hay mejor forma de terminar una competición que cayendo con las botas puestas.

El de ayer en Tolosa fue un partido con dos mitades; una primera en la que los de Aspe lograron superar el ecuador con ventaja, gracias a su buen arranque. Atrás, Barriola comenzó con el golpe fresco y, a base de arrimar pelota a la pared izquierda, fue generando opciones que Altuna III aprovechó a la perfección. El de Amezketa salió con las ideas claras, sin que su zurda se le encogiera en ningún momento y así fueron generando ligeras rentas.

Sin embargo, el partido cambió tras un error del delantero guipuzcoano en el 13-10. Los de Asegarce dieron en el cestaño con una pelota que se quedaba en el suelo y que cogió algo de bote con la que Mikel Larunbe se creció y comenzó a dominar como no lo había hecho hasta entonces. Bengoetxea no estuvo quizá tan brillante como en partidos pretéritos, pero el dominio de su zaguero le permitió que su versión más práctica también sirviera. Altuna III se veía obligado a arriesgar mucho más obligado, lo que hizo que sus porcentajes se resintieran.

«En general me voy con buen sabor. Jugar el Parejas con Jokin ha sido un placer, una ilusión y la he cumplido. Si quieres que te diga la verdad, me voy con la pena que he tenido tres partidos ahí que no he dado mi nivel y el campeonato se nos ha ido ahí, así de claro», declaró Barriola con la derrota aún caliente. Txema Urrutia, que escuchó la conversación hizo un apéndice. «No dio su nivel porque tuvo un proceso bronquial terrible». Lo dicho, «elegante hasta pa perder».