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SAN PAOLO

El equipo de Sarri tratará de ahogar con su presión al vigente campeón


Un ambiente «infernal» en las gradas de San Paolo y que se extiende a todo Nápoles –el Real Madrid ha tenido que alquilar todo un hotel para estos días y lo ha transformado en una fortaleza–, y una presión hasta la extenuación por parte del equipo de Maurizio Sarri es la prueba de fuego que medirá la fiabilidad en la Champions del vigente campeón (ganó 3-1 en Madrid).

Pero la presión no solo será física porque, según el propio Sarri, «he oído hablar de presión y toda es para ellos porque son campeones de todo, son los más ricos y deben pasar ellos, aunque tenemos la afición campeona del mundo. Será un ambiente imposible».

En cuanto al equipo de Zidane, que recupera a Cristiano en relación a Eibar y a quien acompañarán Bale y Benzema –el mejor en Ipurua–, saldrá con la clave de marcar, algo en lo que es garantía. Así lo ha hecho en sus 46 últimos partidos en una racha que inició en abril de 2016.

Por su parte, el Nápoles se plantea la cita como la ocasión de lograr una hazaña histórica, para lo que se ha encomendado al apoyo del San Paolo, campo con capacidad para 60.000 aficionados que se convierte en un fortín en los grandes compromisos europeos, donde los azzurri solo han perdido uno de los últimos veinte encuentros disputados. Pero, además de un ambiente irrespirable, el equipo italiano cuenta con el chute anímico que le ha supuesto este fin de semana ganar 1-2 a domicilio a la Roma.