Pablo CABEZA
BILBO
Entrevue
EDUARD ALONSO
RESPONSABLE DEL SELLO MENDEKU DISKAK

«El sello nació básicamente de la colaboración y amistad con Orreaga 778»

El valenciano Eduard Alonso es un apasionado de la música nacido en Carcaixent, Valencia, pero que ha encontrado, tras pasar por Irlanda y Holanda, en Aia el entorno adecuado para crear el sello Mendeku Diskak, que debuta esta semana con el disco compartido entre Orreaga 778 y Grebol.

Eduard Alonso es un activo aficionado a la música, quien inaugura este fin de semana Mendeku Diskak con la edición del vinilo compartido entre Orreaga 778 y Grebol, dos formaciones de punk Oi! muy experimentadas y potentes, estilo en el que se mueve Mendeku Diskak, aunque sin. Los arrasatearras presentan el disco hoy en el gaztetxe de Arrasate junto a Crap, que también cuenta con disco, su debut, y Fred & the Perrys, 22.00 horas; y el sábado en Guardetxea de Donostia con La URSS y Fred & The Perrys, 21.00 horas. Grebol no participa en esta fiesta doble, son suecos y no cuadran las fechas.

Para Alonso, todo empieza en Carcaixent, Valencia, un pueblo de 20.000 habitantes que se le queda pequeño. Con veinte años prueba suerte en Irlanda, luego viaja a Holanda, regresa a Carcaixent, se desplaza a Valencia capital. Con su compañera Cristina Münzer, austriaca, hace tres años deciden que su próximo destino sea Donostia, Añorga. Tras explorar zonas rurales, su objetivo, consiguen casa y huerta en Aia. Alonso trabaja, además, en una baserri agrícola en Zarautz, donde está encantado. Bajo este entorno, inicia Mendeku Diskak, aunque con nuevos propósitos, ya que su experiencia con su anterior sello, Trabuc Records, muy dinámico, no fue satisfactoria por exceso de proyección y referencias.

El antecedente de Mendeku Diskak fue Trabuc Records, ¿cómo recuerda la experiencia?, ¿qué errores comete para cerrar historia e iniciar otra?

Empecé Trabuc Records en 2003, cuando aún residía en Utrecht, Holanda. Allí viví en una okupa impresionante llamada Ubica justo en el centro de la ciudad y descubrí la escena DIY (Hazlo Tú Mismo) hardcore/punk desde dentro, compartiendo experiencias con gente que montaba conciertos, bandas que estaban de gira, sellos discográficos alternativos, colectivos por la liberación animal que organizaban comedores veganos, etc. Conocí un montón de bandas de crust, grind, hcpunk, metal underground, etc y empecé a familiarizarme con la autoedición, las distribuidoras de música, las giras DIY, contactos por toda Europa dentro de la escena autónoma/okupa, etc. El tema de la distribución alternativa no era nuevo para mí ya que años antes, justo siendo un adolescente y como miembro de un colectivo que hacía un fanzine, ya monté una pequeña distribuidora de material, aunque fue en Utrecht donde me acerqué más a la autoedición y donde decidí volver a empezar un proyecto de distribución, pero esta vez también editando mis propios discos con bandas amigas. La primera edición en vinilo fue de hecho un grupo de Utrecht llamado Mihoen, y es por eso que hay tantas bandas holandesas en mis primeras ediciones. En 2015 llegué a un punto de saturación por diferentes motivos y sentí que el proyecto estaba agotado, que necesitaba parar y darme un respiro, pensar un poco. Las conclusiones que saqué son tantas que no sabría ni por dónde empezar. En un momento así siempre se tiende a pensar en lo no tan positivo, en las decepciones personales, en las limitaciones del proyecto o la escena en la que me movía, en los propios fracasos. Pero como todo período de “luto”, llegas a un punto que acabas centrándote en lo más positivo, en la cantidad de cosas que aprendí, en las múltiples experiencias adquiridas.

No es sencillo gestionar un sello independiente, pero ¿es ahora más complejo que antes o la globalización aporta aspectos novedosos mediante el uso de internet? ¿Las redes y espacios específicos lo convierten en algo más dinámico, directo y manejable?

Cuando yo empecé digamos que estábamos en esos años de transición. La red ya existía pero no como la conocemos ahora, sin empresas de “redes sociales” ni nada de eso. Era un internet más rudimentario, más de escribir correos, chatear en foros y webs muy sencillitas. Aunque aún había mucha presencia del papel, de hecho yo aún hice varios catálogos impresos y un fanzine. Pero hoy en día es otra cosa, Facebook, Bandcamp, Youtube, etc son herramientas que interconectan de manera inmediata a todo el mundo, que han “horizontalizado” la red de alguna manera, en el sentido que antes un grupo tenía que grabar una maqueta, hacer copias físicas, enviar a varios sellos y revistas, esperar a que alguien en esas posiciones de intermediación le guste la banda, quiera apostar por ella, etc, digamos que había unos canales establecidos y los procesos eran más artesanales y lentos. Y ahora cualquier grupo puede colgar sus grabaciones en Bandcamp o Youtube, y llegar a la gente directamente en cuestión de horas. Eso también implica masificación, pero, entre toda la paja siempre se encuentra buen grano. Sin el internet que conocemos hoy creo que mis proyectos no hubieran evolucionado de la misma manera. Sinceramente, pienso que cuantos menos intermediarios mejor, y la red nos lo permite.

Tras la reflexión respecto al pasado, ¿qué filosofía aplica a Mendeku Diskak?

Con Mendeku Diskak tenía una cosa clarísima era que iba a intentar no cometer los mismos errores que con Trabuc Records, el más importante era pensar que podría ganarme la vida con esto. Cuando me compré mi furgoneta para hacer giras en 2005 sí que pensé que entre las giras y las ventas podría hacer de esto mi trabajo (precario) y quizá eso me llevó a una situación sin salida: me quemé con el ritmo de ediciones, con la tensión de si se vendían bien o no, siempre haciendo malabares con mis raquíticas finanzas, buscando trabajos para continuar invirtiendo. Ahora sé que esto es un hobby y quiero que siga así. Tengo mi trabajo y me da para vivir, así que si no saco un disco en varios meses o años no me voy a estresar. Editaré discos cuando pueda y cuando me apetezca. El sello nació básicamente de la colaboración y amistad con la banda Orreaga 778 ya que desde hace un par de años les llevo a los conciertos, me encargo del merchandising, etc. Ellos tenían grabados unos temas, les surgió la posibilidad de editarlos en un disco compartido con Grebol y como no tenían sello en ese momento me decidí a crear Mendeku Diskak. Estilísticamente el sello se mueve dentro del punk y subgéneros como punk-rock, hardcore-punk y Oi!.

¿Qué visión tiene de Orreaga 778?

A parte de la maqueta que reeditaron en vinilo hace un par de años, este es su 4º disco, un Mini-LP o 12” compartido con la banda sueca Grebol, donde aportan cuatro temas cada banda. Por su trayectoria, para mí es el grupo de Oi! punk de referencia en Euskal Herria. Llevan 14 años en la brecha y a su alrededor floreció una gran escena: fanzines como el “Bando Punk”, festivales como el Holidays in Bardulia, bandas paralelas como Afonía, etc. Sus primeros trabajos (maqueta y “Bide bakarra”) suenan más a Oi! clásico, temas a medio tiempo y sonido crudo. Después con “Aurrera” y “Aske izan arte” ya van metiendo algo de velocidad a algunos temas y el sonido se va puliendo. En este último trabajo han metido partes de saxo en algunos temas, como hacían algunos grupos franceses de Oi! en los 80, y les ha quedado genial.

¿Que ediciones esperan?

Siempre en vinilo, 400 copias en negro y 100 en color. Lo siguiente será Cinderblock, de Boston; después un single de los bretones Tachanka. Para principios de verano dos discos de Tango 14, argentinos, antes solo en cedé. Vendrá Ausencia, de Los Ángeles. Y para finales de verano saldrá la reedición en vinilo de “Bide bakarra”, primer disco de Orreaga 778 y que solo se editó en CD.