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José Luis Díaz novela el robo del tesoro histórico de la catedral de Iruñea en 1935

En el verano de 1935, un año antes del levantamiento militar franquista, robaron el gran tesoro artístico que guardaba la catedral de Iruñea, de valor incalculable. El expolio no se aclaró, en parte por la posible implicación de personas relacionadas con el cabildo de la catedral. José Luis Díaz ha novelado aquellos hechos, casi desconocidos en la ciudad.


José Luis Díaz nació en Iruñea en 1943, trabajó de minero en Potasas y se licenció en Geografía e Historia. Ha publicado varios libros históricos relacionados con la represión franquista y el movimiento obrero, fruto de su minuciosa labor de documentación. Ese afán documentalista le llevó a recopilar una abundante información sobre el robo que se produjo en la catedral de su ciudad cuando él solo tenía ocho años. Gran parte de lo robado fue recuperado, pero, para sorpresa de este historiador, no se aclaró quiénes fueron los autores del expolio.

En principio, la intención de José Luis Díaz era escribir un libro histórico sobre aquel extraño caso, pero finalmente se decidió a novelarlo, aportando con su imaginación lo que la versión oficial había ocultado.

Posible «asalto de las turbas»

Aquel robo en la catedral, según recordó el propio autor durante la presentación del libro, tuvo un gran impacto en una ciudad donde el peso de la iglesia católica era enorme y donde el ambiente político era muy tenso. La II República se había instaurado en 1931 y el cabildo de la catedral de Iruñea decidió reforzar las medidas de seguridad del templo ante un posible «asalto de las turbas», y ocultó el tesoro artístico en un lugar secreto que solo conocían dos personas. Aun así, el robo se produjo. Los ladrones se llevaron multitud de piezas de carácter profano y religioso, como la famosa arqueta árabe elaborada en marfil, el Lignum crucis, un templete gótico, un toisón de oro, coronas de la Virgen y del Niño Jesús que contenían cientos de esmeraldas y diamantes, cálices, copones, rosarios, anillos, brazaletes, collares, diademas, monedas de oro antiguas y una gran cantidad de piedras preciosas sueltas. El valor de todo ello era inmenso, no solo material sino también artístico, por la antigüedad de algunas piezas. Aquel extraño robo, que se produjo entre los días 9 y 11 de agosto, tuvo eco a nivel internacional.

José Luis Díaz ha dedicado miles de horas a documentarse, a leer los 1.052 folios del sumario judicial, a recopilar artículos de prensa de la época y referencias en diversos libros, a consultar las hemerotecas de los periódicos que se editaban entonces, a entrevistar a personas contemporáneas del robo que le ofrecieron su versión de los hechos, e incluso encontró en el archivo de la catedral el informe que había encargado el cabildo a dos de sus miembros para dilucidar responsabilidades entre el personal de la seo. «Dicho informe, una vez terminado, se metió en un cajón y allí continúa», recoge José Luis Díaz en este libro de 272 páginas.

Con toda esta documentación, el autor ha elaborado una trama de intriga en la que el 80% de lo que cuenta son hechos reales, y el resto es fruto de su imaginación. «Lo que yo me he imaginado al escribir la novela no quiere decir que no ocurrió tal como lo describo. Estoy convencido de que, si no fue como lo cuento, sí sucedió de una forma parecida», precisó José Luis Díaz.